2.

655 106 38
                                    


Era la noche de jueves en "Gaia", lo que significaba que era noche de juegos: Bingo, cartas, dominó. 

A mi no se me daba bien jugar, ya que rara vez ganaba, por eso prefería ver a mis amigas jugar.

- Disculpen por interrumpir su juego ¿Alguien quiere algo de tomar? - Preguntó Artemis a la mesa.

Cuando la negativa fue unánime, ella se acercó a mí.

- Buenas noches Camila ¿Queres algo para tomar?

- Buenas noches Artemis. Ya estoy tomando un té, gracias.

- Sabes, me gustó mucho la historia que me contaste el otro día, pero me surgieron preguntas. ¿Puedo hacerlas?

- Por supuesto.

Ella acercó una silla a donde estaba, y antes de empezar, echó un último vistazo para asegurarse que todo estuviera bien.

- ¿Cómo supo tu nombre?

Sonreí.

- Mi madre había escrito mi nombre en la banana del monito. No me acordé de eso por ese entonces.

- Oh... - Comenzó a reír Artemis. - ¿Esa no fue toda la historia, verdad?

- Solo fue el comienzo...

...

Tal como dijo Lolo, ella estuvo aquel lunes a las 8:15 frente de mí. 

A esa hora solían darnos un par de galletitas con una chocolatada, pero para que eso fuera así, había que ir al patio y hacer fila.

- Buenos días Camila. Me dijo dándome un beso. - Tomá te traje tu desayuno, y tres más para mí. - Volvió a hablar mientras que de una bolsa sacaba cajitas de chocolatada y galletitas.

Me quedé mirándola mientras veía como abría todo, y comenzaba a comer despreocupada.

- ¿De dónde sacaste todo eso? - Indagué.

- Lo robé. - Me dijo sin perturbación mientras comía. - Tranquila... Mi mamá es la directora del colegio. Una vez pasan lista dejan en su oficina los desayunos que sobran. Los saqué de ahí.

Tuve un poco de dudas, no sabía que tan bien estaba hacer eso, pero tenía hambre así que comencé a comer luego de su explicación.

Era muy agradable pasar el tiempo con ella, aún cuando sólo comiéramos mientras el recreo pasaba.

- Bueno, ya me voy.  - Me dijo cuando terminamos comer y el recreo estaba a punto de acabar. -Dame tu mano. - Ella volvió a dibujarme un reloj en la muñeca. - Voy a volver cuando el reloj tenga sus agujas así... 

...

- Eso lo hacía siempre que nos separábamos, y siempre cumplía cuando decía que iba a volver.

No pude evitar suspirar con nostalgia, lo que no pasó desapercibido para Artemis.

- ¿Fueron muchos años amigas?

- Si... Esa escuela contaba con los tres niveles de enseñanza: Nivel inicial, primaria y secundaria, y como solo me llevaba un año de edad, estuvimos juntas hasta la adolescencia...

...

- Camz, no te enojes...

- ¡Son las 9:30! - Le dije enojada. - ¿Qué hora dice acá? - Le pregunté señalando el reloj que ella ese mismo día me había dibujado.

- No sé, se borró un poco, es confuso de ver... - Justifico. - ¡Esperá! ¿Dónde vas?

- Voy con James. Él me ofreció llevarme a mi casa.

El reloj (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora