Me despierto con la respiración acelerada y comienzo a voltear hacia todos lados asustada, tuve un sueño pero no recuerdo nada sobre él.
Quito Las cobijas de mi cuerpo y me levanto de la cama para ir directo al baño a enjuagar mi cara, me acerco a una puerta blanca que supongo y es el baño, pero no, no lo es, es un closet del tamaño de mi antiguo cuarto. Cierro la puerta y voy a la otra, abro la puerta y busco el interruptor hasta encontrarlo.
Con la luz encendida me acerco al lavabo, abro la llave de este y me comienzo a llevar agua hacia mi cara, levanto mi cara y al momento de hacerlo en el reflejo del espejo que hay, veo a alguien detrás de mi.
Asustada volteo hacia atrás y lo único qué encuentro, es nada.
— Creo que estoy comenzando a alucinar — me digo a mi misma para tranquilizarme sin tener mucho éxito, ya que se que eso no fue una ilusión o algo por el estilo.
Apago la luz y salgo del baño cerrando la puerta detrás de mi.
Mi respiración de nuevo se acelera, comienzo a sudar, y me voy acercando a la ventana qué está abierta de par en par dejando entrar el frío de la noche.
— ¿Pero que mierda? — digo en voz baja saliendo hacia afuera del balcón,y lo que encuentro me deja sorprendida.
Una persona debajo del balcón mirando fijamente.
Pero no es la única, detrás de él o ella, hay dos más.
Las tres personas están vestidas totalmente de negro, lo único que se notan son sus ojos, de hecho ni su cabello se ve.
El que está más adelante tiene sus ojos verdes.
El de atrás de la parte derecha los tiene color marrón.
Y el último, por wow los tiene de diferente color, uno azul eléctrico y el otro verde.
Lo más sorprendente es de que se alcanzan a ver los colores de sus ojos ya que, ¿brillan?.
Escucho que algo cae de adentro y me volteo a ver que fue lo que se cayó, pero cómo está oscuro no alcanzo a distinguir que es lo que es.
Volteo de nuevo hacia donde están ellos o ellas, sin embargo ya no están, la única persona que está ahí afuera soy yo.
— ¿Pero qué? — digo viendo hacia mis lados sin encontrar rastro de nadie.
Algo confundida y asustada entro a mi cuarto cerrando de nuevo las puertas del balcón, me aseguro de cerrarlas bien y vuelvo a mi cama y quedó profundamente dormida.
Me encuentro en un cuarto totalmente sucio y con una sola puerta que imagino es la salida, solo hay una silla en medio y una lámpara que cuelga del techo, huele horrible.
Comienzo a caminar, pero al momento de hacerlo veo a alguien en la esquina, en el suelo con sus piernas cerca de su pecho y su cabeza sobre estas.
Es un chico.
Me voy acercando, peor algo me detiene, el ruido de una cerradura volteo hacia la puerta y por está entra una mujer que no noto su cara ya que la tiene tapada con un pañuelo.
La mujer se acerca al chico, se pone a su altura y con su mano izquierda toma el mentón del chico y lo levanta.
No puede ser.
Es él.
Bajo a buscar a mamá para preguntar sobre mis cosas, la encuentro en la cocina.
Es bonita y grande.
Me encuentro a espaldas de ella viendo sus movimientos, mi madre es hermosa, su cabello castaño lo tiene a la altura de sus hombros, es bajita, sus ojos son un verde oscuro, tiene unas curvas muy bonitas a su edad.
Mientras yo, soy alta llegando a los 1.74 exactamente, cabello castaño a la altura de mi cintura, mis ojos son de un color morado oscuro, ¿raro? Lo sé, tengo unas curvas sorprendentes, pero las oculto, ya que no me gusta mostrar mi cuerpo.
— Buenos días, madre — hablo, acercándome a ella.
— Hola, ¿Dormiste bien? — pregunta viendo cómo me acerco a tomar una manzana.
— Si, ¿puedo saber dónde están mis cosas? — decido omitir el extraño suceso de anoche.
— Sobre eso, el camión de mudanza se retraso un poco — dice tan calmada cómo si eso no fuera malo.
— ¿Porqué? — le pregunto un poco enojada.
— No lo sé, tendrás que ducharte y ponerte la misma ropa — dice sin verme.
— Claro que no me pondré la misma ropa — digo ahora si enojada y desesperada.
— Puedes ir al pueblo, y comprar un poco de ropa en lo que llega el camión, y sirve que lo conoces, puedes agarrar dinero de mi billetera— dice apuntando con el cuchillo su billetera que está encima de la isla.
— Vale, ya qué — tomo bastante dinero y salgo de la cocina.
Tomo mi móvil, llaves del auto, y mi chaqueta y salgo de casa.
Subo al auto y comienzo el camino hacia el pueblo.
20 minutos después llego al pueblo, estaciono el auto cerca de una tienda de ropa y bajo.
A medida que me voy acercando al otro lado de la calle veo una pastelería, después de que compre la ropa voy.
Entro a la tienda y me encuentro en la entrada con una chica, no muy alta, de cabello negro, ojos marrón oscuro.
— Buenos días — comienza y me dedica una sonrisa amable.
— Hola — digo simplemente, y dándole una sonrisa de boca cerrada. Me alejo de ella y comienzo a buscar tres cambios y ropa interior. Terminando de hacerlo pago y salgo de ahí, para ir directo a la pastelería.
Entro, y al hacerlo suena una campanita. La empelada me mira y en su mirada se ve algo, ¿sorprendida?.
— Buenos días, ¿me puede dar una rebanada de pastel de chocolate? — le digo cuando estoy llegando a ella.
— Claro, puedes esperar en una de las mesas o aquí mismo — dice desapareciendo detrás de una puerta.
Espero ahí parada, no tengo ganas de sentarme. Pasan los minutos y llega la muchacha con mi rebanada de pastel.
— Aquí tienes — dice entregándome la cajita con mi rebanada.
— Gracias, toma y quedate con el cambio — le digo dándole un billete.
— No, así está bien, cortesía de la casa por ser nueva en el pueblo — dice dedicándome una sonrisa un poco extraña.
— ¿Gracias? — digo un poco confundida, y salgo de ahí sin decir nada más.
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El Extraño De Woodstock
Mystery / Thriller-¿Quién eres? - pregunto con miedo en ese callejón sin salida. - Tu peor pesadilla - responde el hombre frente a mi con voz fría y tenebrosa. Es lo último que recuerdo antes de quedar inconsciente.