Vendida al amor

Capitulo 11

Narra Abraham

Son las 10 de la mañana, me he quedado dormido, no entiendo como es posible si estoy acostumbrado a levantarme temprano. Quiza fue el sueño que tuve, si fue tan hermoso que no queria despertar.

Veran soñe con ___ que aceptaba casarse conmigo y que viviamos en una hermosa casa, y ella estaba esperando un hijo mio. No se si eso sea una señal pero fue un hermoso sueño.

Rapido me levanto y me dirijo a la ducha, me doy un baño de 15 minutos, no se que ropa ponerme, ¿Un  traje? ¿para que? si no voy a trabajar, aparte es domingo, asi decido por unos jeans una playera azul, me pongo mis supra azules tambien y una gorra negra. Si bueno me veo muy adolescente pero me gusta.

Me dirijo abajo, en el comedor mis padres ya estan desayunando.

-Abraham hijo que bueno que despertaste, sientate ya mismo pido que sirvan tu desayuno - me dice mi madre con ese cariño de siempre.

-NO mamà, saldre y ya se me hizo tarde,no te preocupes comere algo por alla nos vemos en la tarde - digo mientras salgo apresurado de casa.

Me subo a mi mustang y emprendeo camino a casa del SR. Diaz.

Media hora tardo en llegar, estoy nervioso, ¿por que me vesti asi? ya me arrepenti, " por que la quieres impresionar" dice mi subconsiente, descarto esa idea y bajo del auto.

Bien intento relajarme y toco el timbre. Esta vez es el Sr. Diaz quien habre.

-Buenos dias señor - saludo estendiendo mi mano, me siento nervioso, muuy nervioso.

-Buenos dias joven Mateo pase por favor. Estabamos a punto de desayunar ¿gustaria a compañarnos? - dice mientras nos dirijimos al jardin.

La verdad si tengo hambre asi que acepte.

En el jardin se encontraba la Sra. Diaz y asu lado ___, se veia tan hermosa traia un, legin rosa y una blusa blanca, su cabello recojido en un chongo.

-Buenos dias - salude a ambas.

-Buenos dias Sr. Mateo, tome asiento ya mismo le sirvo - respondio la Sra. Diaz, asenti, sin embargo me quede pensativo pues ___ no me saludo, solo me volteo a ver y de inmediato bajo la mirada, seguro esta molesta.

Tome asiento a su lado, auque me arrepenti en el mismo instante pues yo me sentia aun mas nervioso.

- Disculpe si no le ofresco algo mas lujoso, solo que en la situasion solo tenemos esto - dice la Sra Diaz mientras me pone un plato al frende con huevos estrellados y arroz.

-No se preocupe, asi esta bien. - digo amablemente, pruebo el arroz la verdad esta muy rico.

Asi pasa el desayuno, todo en silencio, nadie habla, y creo que lo mejor es asi pues no quisiera ponerme aun mas nervioso.

Una vez que terminamos, la Sra, Diaz y ___ disponen a recojer la mesa, quedando solo el sr. Diaz y yo en la mesa.

-Sabe mi hija esta molesta con nosotros, anoche platicamos y le conte la situacion, no lo tomo nada bien como era de esperar, sin embargo no entiendo el por que me pidio que lo llamara.

-Si yo tampoco lo entiendo- respondo con sinceridad.

Una voz nos sorprendio.

-Papà nos dejarias a mi y al sr. Mateo a solas? por favor

-Claro estare adentro.

Samuel desaparecio por la puerte y ___ tomo asiento enfrente de mi.

-Mira no se lo que pretentes, ni que clase de loco seas -¿loco?- pero si quiero que ami me hables con toda la verdad ¿por que te quieres casar conmigo?

bien ella dijo con toda la verdad, y eso hare le contare la verdad.

-Bien, mira como sabes soy millonario, el dueño de las empresas Mateo. Mi padre me estuvo preparando hace años para esto, lamentablemente el esta enfermo del corazon y ya no puede seguir a cargo. Me dejo todo a mi hace un año, he llevado la empresa yo, cerrado negocios y conseguido nuevos socios. Pero ahora muchos de ellos creen que no soy maduro para hacerme cargo de las empresas, y para ello mi padre me ha pedido que me case en menos de un año.

-¿Y acaso no tienes novia? ¿por que ?

-No, no tengo novia desde hace 5 años, y mi padre me dijo que tengo que escojer a una mujer humilde, digna de llevar el apellido Mateo, por eso te elegi a ti. Yo creo que tu eres esa mujer.

todo se quedo en silencio ella me miraba asombrada, asi note que estaba pensando.

y de pronto hablo, diciendo lo que nunca crei que dijera.