2082 reasons to love you.

Capítulo 7.

Finalmente, tras pasar más de media hora hasta que todos los pasajeros estuvieran en sus sitios correspondientes, el avión comenzó a dar las vueltas preparatorias y despegó.

Camila agradeció el no tener a nadie en el asiento de al lado, ya que así podría dormir tranquila ya que le esperaban 5 horas largas de vuelo.

Lo que tenía tan preocupada a Camila, que era el despegue del avión no fue nada ya que al contrario, le encantó la sensación de volar. De sentirse grande comparado con las personas de abajo.

"Hasta Dinah se vería bajita desde aquí" pensó para sí misma y se río. El miedo del avión que perturbaba la cabeza de Camila cesó, pasando este a tener miedo de lo que podría pasar cuando viera a Lauren. Y sobre todo de qué pasaría si sus padres se enteraban de la locura que estaba haciendo por una persona que conocía de un mes.

Camila si algo tenía claro, era que quería a Lauren, porque no cualquier persona coje el primer vuelo y aguanta 6 horas de viaje para ver a esa persona.

Las dos primeras horas de vuelo Camila se las pasó escuchando música, desde el primer disco de One Direction hasta el último, como de Demi Lovato, Ed Sheeran y sobre todo del grupo que compartía con Lauren, The 1975. Se pasaban las noches hablando sobre las canciones del grupo, de cuál era su preferida...

Durante las dos horas de trayecto en las que Camila estuvo despierta, observando por la ventanilla del avión mientras escuchaba música, pensó en lo pequeño que parecía el mundo desde allí, y que, por muy tonto que parecía, lo lejos que podía estar una persona de otra a pesar de compartir el mismo cielo.

Estuvo dos horas perdida en sus pensamientos hasta que acabo deciendo al sueño y se durmió, haciéndose el viaje más ameno y despertándose cuando la azafata indicó el apague de los móviles ya que iban a aterrizar.

Camila sacó un chicle que tenía en su mochila azul y lo introdujo en su boca, debido al dolor de oídos que tenía por la presión.

Finalmente, cuando el avión aterrizó con éxito e indicó que ya estaban en Miami, Camila salió ordenadamente y fue a recoger su maleta, esperando con ganas a que fuera de el aeropuerto estuvieran esperándola los tíos de Dinah, quiénes iban a ser los encargados de darla donde vivir durante la semana que iba a pasar allí.

Durante el trayecto, Camila se lo pasó perdida en sus pensamientos, observando el bonito paisaje de Miami y en cómo en pleno invierno la gente iba en manga corta como si fuese verano.

A los veinte minutos, llegaron a casa, y los tíos de Dinah le indicaron a la chica de ojos avellana la habitación donde iba a dormir, haciendo que Camila fuese a colocar la ropa mientras la tía de Dinah preparaba la comida.

Camila subió a la habitación de la prima de Dinah, quien estaba estudiando en Londres durante tres meses, lo cual significaba que tenía la habitación para ella sola durante toda la semana.

Lo primero que hizo Camila tras dejar la maleta fue llamar a su madre, marcando en su teléfono el número de su madre.

Tras despreocupar a su madre, mintiéndole de que ya habían llegado y que había aprovechado a llamar mientras Dinah iba al baño, y Sinu asegurándose de que estaba todo bien, Camila llamó a su mejor amiga tal y como le había prometido antes de entrar al avión.

"Dinah" saludó la pequeña a la más alta con una sonrisa.

"¿Todo bien?" preguntó Dinah preocupada por su amiga.

"Sí" aseguró esta mientras se sentaba en la cama. "Voy a comer e iré a ver a Lolo... Digo Lauren"

"Los nombres secretos con tu futura novia guardaoslo para vosotras" bromeó Dinah, haciendo que Camila se sonrojara ante la idea de que Lauren fuera su "novia"

"Eres tonta" insultó con cariño Camila a su mejor amiga. "Tengo que colgar" le informó escuchando de fondo la voz de la tía indicando que la comida ya estaba lista. "Cuando llegue de ver a Lauren te llamo para contarte"

"Pobre de ti si no lo haces, te traigo de Miami a rastras, que mis dedos largos al menos sirven para algo" bromeó Dinah.

"Te quiero" se despidió Camila.

"Te quiero Mila, suerte" dijo Dinah despidiéndose de su amiga.

Camila colgó el teléfono, quedándose mirándolo durante unos segundos y finalmente buscando el número de Lauren para mandarle un mensaje.

Buscó en sus contactos hasta que finalmente encontró el que quería, guardado como "Lolo" a quien había llamado así como mote cariñoso igual que Lauren a Camila "Camz" desde la noche que se moría de sueño y salió de su boca ese nombre.

"Necesito saber tu dirección ya!Prometo no entrar a robar :)" le escribió a su amiga. Bloqueando el móvil mientras bajaba a comer, pensando durante toda la comida en la respuesta de su amiga, con un nudo en el estómago que no lograría desatar hasta que pudiera ver esos ojos verdes en persona.

Camila acabó de comer, quitando su plato cordialmente y su vaso, y subiendo después las escaleras de la casa de los tíos de Dinah, dirigiéndose a la habitación y cogiendo el móvil con ansia, indicando que tenía un nuevo mensaje de "Lolo" haciendo éste que a la pequeña le diera un vuelco en el corazón.

"Calle Harmony, número cinco, justo la calle que más cerca está del mirador de Miami, pero soy Peter Pan, así que no recibo cartas :)" bromeó Lauren en el mensaje, debido a que era lo que decía Peter Pan en la película.

Sendo totalmente inconsciente de que las intenciones de Camila no eran exactamente esas, sino que había montado en un avión durante casi seis horas para poder ver a Lauren en persona.

Camila no perdió el tiempo y se preparó, dándose una breve ducha debido a la humedad que hacía en Miami y arreglándose, preparando su mochila y el dinero para poner rumbo a coger el primer bus que le llevara a la casa de la chica de los ojos color esmeralda más bonitos del mundo, o al menos para ella, que era lo que le importaba.

Camila estuvo preguntando qué buses llevaban cerca del mirador de Miami, lo cual para su sorpresa era apenas andar dos calles y allí estaba la calle de Lauren.

Andó toda la calle hasta que dio con la número cinco, Camila observó la casa antes de llamar, era una casa moderna, bastante grande y con bastanye vegetación

Se podía observar varios árboles sobresalir de la valla de protección, y un perro ladrar en cuanto se dio cuenta de la presencia de una chica nueva.

Camila se asustó ante la presencia del perro, ya que era un pastor alemán bastante grande, pero no dudó en acariciarle en cuanto este se mostró receptivo a los pocos minutos de oler a Camila.

Tras estar varios minutos acariciando al pastor alemán, Camila se decidió y llamó al timbre, obteniendo como respuesta la salida de una chica morena, con los ojos verdes más bonitos que podía haberse imaginado, la cual sólo soltó una palabra al observar a la joven más pequeña.

"Camz... ¿eres tú?" preguntó asombrada, completamente perpleja de la locura que acababan de hacer por ella.