Todo lo que tengo para dar

Untitled part

N/A: One-shot canonverse, inspirado por San Valentín. Especialmente por el evento en tumblr de hangelab.tumblr.com, de #valentinesdaywithhange.

TW: Pequeña mención de "abuso".

El título del fic y la frase mencionada por Hange está inspirada en una canción de Dead by Sunrise, llamada "In the Darkness". Chester Bennington la escribió para su esposa y creo que tiene un sentimiento muy puro y especial que esperaba comunicar también en este escrito.

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Hanji había sido amada, pero no había sido amada de buena manera. El amor que había recibido en algún rincón de los cuarteles o en algún bar de mala muerte, no había sido amor de verdad. Siempre lo había sabido, pero era un pensamiento que prefería esquivar.

-Es un tanto aburrido hablar contigo sobre romance y relaciones y chicos-le dijo una camarada, cuando todavía era una recluta-es como si el tema no interesara en lo absoluto.

Hanji no estaba segura si eso era cierto. Le gustaban las novelas románticas, mirar atardeceres y sentir el aroma de las rosas del jardín de sus padres, a veces incluso pensaba en lo lindo que sería regalarlas a alguien especial. Sin embargo, ese era el problema.

Nadie le parecía lo suficientemente especial y todos la creían demasiado especial a ella, especial en un sentido completamente peyorativo, reconocía ella por la inflexión en sus tonos de voz.

La primera vez que tuvo un romance con un tipo de las tropas estacionarias, se sintió aburrida al poco tiempo. La segunda vez tuvo una breve relación con la líder de su primer escuadrón. Recordaba como la mujer intentaba cambiarla, cambiar su manera de vestir, de hablar, de sentir.

Había batallado un poco (tan solo un poco) la primera vez que Levi le dijo que la obligaría a darse un baño. Sabía que él no era alguien que hablara de más y cuando lo vio llegar con el jabón y el shampoo fingió que salía corriendo. En realidad, incluso el pudor le resultaba una sensación desconocida, así que no le importaba que la viera desnuda. Ni el romance ni el sexo habían sido relevantes en su vida y todo lo que se le asociara le tenía sin el más mínimo cuidado. Sin embargo, cuando Levi se arrodilló junto a la tina y le lavó el cabello por primera vez, casi creyó que lloraría.

Sus manos, cálidas y delicadas, fueron una caricia de verdad. Una caricia honesta y tranquila, que solo buscaba limpiarla, nada más. Solo ayudarla a estar limpia y fresca luego de una semana encerrando leyendo y estudiando, sin tiempo para hacer nada más.

-No creí que... que pudieras ser tan delicado.

Levi frunció el ceño. –¿Tanto te sorprende? ¿Acaso no soy la delicadeza en persona cuando mato titanes y todo eso?-replicó serio, pero Hanji reconoció su broma.

-Supongo que sí hay algo de delicadeza cuando lo haces, aunque tú no te des cuenta. Tienes una cierta gracia... ciertamente, yo no la tengo volando por los aires con sangre de titán encima de los lentes.

Levi sonrió levemente.

-Gracias. De verdad necesitaba esto-dijo Hanji, con sinceridad. Ya empezaba a sentirse mejor, después de su larga jornada. Esas manos eran tan dulces. Manos que no buscaban nada más de ella, que no querían usarla, que no quería pedirle nada a cambio. Manos que solo querían cuidarla.

Esa idea hizo que le saltara el corazón, pero se obligó a creer que solo estaba muy privada de contacto humano. Ese convencimiento no duró mucho.