Parte 1 El intercambio

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Hace un tiempo recibí una carta del Gobierno indicándome que debía personarme en un edificio existente en una ciudad cercana bajo pena de sanción si no lo hacía. No tenía ni idea de qué se trataba.

Al llegar, en la sala de espera había otra gente, chicos y chicas de mi edad. Resulta que habíamos sido seleccionados al azar para hacer de conejillos de indias en un experimento.

Tras un rato esperando, me llaman y paso a un pequeño despacho donde hay un médico sentado tras la mesa. Me indica que tome asiento y comienza a hablar conmigo. Me dice que el experimento consiste en vivir la vida de otra persona durante un tiempo para ver como nos adaptamos a la situación.
Como es eso? Voy a vivir en otra casa, tener otro trabajo?
El médico me dice: no no, es más complejo, digamos que queremos poner tu alma en otro cuerpo y que vivas una experiencia completamente distinta.

En ese momento, entra en la sala una doctora y una chica de mi edad con cara de circunstancia. Parece que le acaban de contar la mismo que a mi.

El médico dice: os presento, Laura este es Dani, Dani esta es Laura. Habéis sido elegidos al azar para intercambiar vuestros cuerpos durante un tiempo. Pero no os preocupéis, con lo que os van a pagar por esto no tendréis que estar preocupados por el dinero el resto de vuestras vidas.

Yo le digo: a ver, explíqueme como puede ser posible que ella y yo intercambiemos nuestros cuerpos.

El médico empieza su explicación: Lo que vamos a hacer es conectar vuestros cerebros a un ordenador, y para que lo entendáis fácilmente, copiamos vuestra información cerebral, vuestros gustos, aficiones, personalidad... etc y la insertamos en el otro cerebro. Así de fácil. Al despertar, tu estarás en su cuerpo y ella en el tuyo.

Ella: y si no queremos?

Doctor: no es opcional, es obligatorio bajo pena de prisión de 50 años.

Ella: no es posible (llorando)

Doctor; no llores Laura, no es tan malo, piensa que podrás vivir la experiencia de ser del sexo opuesto de forma temporal.

Yo: pero nos seguirán gustando las mismas cosas? Me seguirán gustando las mujeres no? No quiero volverme gay.

Doctor: tranquilo, te seguirán gustando las chicas, pero piénsalo bien, siendo una mujer no sería extraño que te gustasen los hombres.

Yo: y como vamos a vivir, tendré que ir a su casa?

Doctor: no, para nada, os iréis a vuestras respectivas casas para que vuestras familias y vuestros amigos os ayuden a acostumbraros a vuestra nueva situación.

Laura: y cuando se hará el cambio?

Doctor: ahora mismo

Nos levantamos y entramos a otro cuarto, donde hay un gran ordenador y dos cascos que tras sentarnos y atarnos por los tobillos , brazos y cuello nos ponen en la cabeza.

Doctor: el proceso dura unos 30 minutos, pues tenéis un montón de información que el ordenador tiene que copiar. Ahora os vamos a dormir, cuando despertéis estaréis en el otro cuerpo y lo mejor es que estéis tranquilos.

Nos pusieron unas mascarillas con anestesia y nos dormimos, al despertar de nuevo lo primero que noté es que mis dientes estaban colocados de forma ligeramente distinta.

Seguía atado de pies y manos y se acercó el doctor para preguntarme como me sentía. Le dije que un poco mareado, pero al hablar mi voz era más aguda.

El doctor me iba mandando mover primero una mano, luego los dedos, después un pie... para ver que todo funcionaba bien.

Cuando recuperé completamente la consciencia, miré hacia abajo y ahí fue cuando me di cuenta de que tenía el cuerpo de Laura. Estaba viendo mis nuevas tetas desde arriba.

Cambio de cuerpos (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora