Capitulo 1

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Hoy era un día ordinario y monótono como cualquier otro, el país estaba más controlado y vigilado que nunca. Ahora cada presidente se veía en la libertad de hacer las leyes que quisiera, pero todas vigiladas por la ODM (Organización de los Derechos Mundiales), aunque no se sabia con certeza quien era más corrupto si el presidente o la organización. Desde que se impuso la nueva ley cualquier persona que se descubriera que era homosexual era llevada a prisión en donde juzgaban si se le aplicaba la pena de muerte, todo dependiendo de las circunstancias en las que había sido encontrado o lo que había llegado a hacer. Hubieron varias protestas ante esto, pero ninguna acabo bien; todos y cada uno de los protestantes terminaron en prisión hasta que se arrepintieran de lo que habían hecho, los que nunca lo hicieron creo que es obvio cual fue su final. El presidente dijo que había hecho esto por el bien del país, y es que desde que se llego al acuerdo de prohibir la salida de los países cada uno busca ser el mejor, el "país perfecto". El país se había vuelto más machista que nunca, todos los varones debían de ser 100% hombres, y esto lo tenían de demostrar a los 15 años perdiendo su virginidad con una mujer de almenos 20, ya era una tradición que hicieran esto y si se negaban eran entregados a la policía. En cuanto a las mujeres, no se les prestaba tanta atención, lo único que tenían que hacer era casarse con un hombre, de preferencia a los 19.

Thomas ya tenía 18, hace tres años había tenido que demostrar su "hombría" con una mujer de la que no recordaba ni siquiera su nombre, pero eso no importaba ya que ahora tenía una relación estable con Teresa, con quien llevaba de novios poco más de dos años; los padres de ambos siempre decían que ellos eran la pareja perfecta, y ellos mismos también se habían convencido de eso, tanto que ya se comprometerían oficialmente, pero no era sorpresa ya que sus padres llevaban almenos un mes organizando una comida en uno de los mejores restaurantes porque ambas familias eran de dinero, lo cual se vería reflejado en el hermoso anillo de diamantes que le daría Thomas a Teresa, y hoy era el gran día.
En la casa de Thomas el día comenzó a las 9 de la mañana. Thomas se fue directo a tomar un largo baño intentado relajarse, se sentía nervioso e inseguro, no sabía si era con ella con quien en verdad quería pasar el resto de su vida. El imaginarse despertando junto a ella cada día lo hacia sentirse más abrumado, si era verdad que la quería mucho y sentía algo fuerte por ella, pero no sentía que lo llenara completamente para estar con ella día a día; pero ya no había vuelta atrás, ya todo estaba organizado, su vida estaba organizada. Si no era ella no era nadie, lo mas seguro es que terminaría solo y eso es una de las cosas peores vistas en este país, así que no le convenía. Al salirse de bañar solo trataba de ser positivo, pensar en lo que sentían el uno por el otro, pero le costaba trabajo.

-Thomas, baja a desayunar -grito su madre desde la cocina

Al llegar vio a sus padres desayunando unos grandes wafles, en medio de la mesa había platos con wafles, fresas, crema batida, nutella, miel, tocino y de más cosas para acompañar su desayuno.

-¿y ahora por que desayunan esto? Ustedes casi nunca comen wafles -dijo extrañado

-pero hoy es un día único Thomas y sabemos que te gustan así que le pedimos a la cocinera que los preparara -le respondió su padre

-bueno, gracias, supongo

Comenzó a desayunar pero no tenía mucha hambre, comió más por obligación que por otra cosa, se sentía frustrado pero tenía que calmarse.

-¿estas bien? -le pregunto su padre

"¿Tan obvio soy?" Pensó Thomas, no quería desilusionar a sus padres así que tenía que disimular más.

-si, sólo estoy un poco nervioso

-jajaja te entiendo hijo, el día que yo le pedí matrimonio a tu madre también lo estaba pero cuando te dan el si te relajas y empiezas a imaginar la maravillosa vida que tendrás a su lado

Pero eso era en lo que menos quería pensar en ese momento, se sentía mal de no emocionarse pero no podía evitarlo, la quería mucho pero ¿la amaba?, esa era una palabra que nunca se la había dicho sintiéndola de verdad.

-hey, hijo

-perdón, ¿que pasa papa?

-que ya te calmes y termines de desayunar

-si, lo siento

-bueno, nosotros ya nos vamos -dijo su madre poniéndose de pie

-pero apenas son las 12 y la comida es hasta las 3

-si, pero tenemos que vigilar que todo quede perfecto, nunca faltan los detalles de último momento que salen mal

-esta bien, yo los veo allá a las 2:40, aún no he terminado

-no llegues tarde -advirtió su padre a lo cual él solo asintió con la cabeza

Ahora que sus padres se había ido lo único que quería hacer era salir a despejarse, por lo cual se tendría que cambiar rápido para irse en cuanto antes, "tengo que ser positivo" era lo único que pensaba.


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