Entre el amor y el odio ~XIAO Y TU~ (Actualizaciones Muy Lentas)

II

Te despertaste por los rayos de sol que entraban por la ventana, viste una Paimon apunto de caerse por un lado de la cama. Paimon siempre volaba pero al final del día caía rendida donde fuera que ibais a dormir. Te levantaste y fuiste a tomarte una ducha para poder vestirte, al regresar viste a Paimon volando medio dormida.

- Buenos días ___ -dijo rascando su ojo con su pequeña mano.

- Buenos dias Paimon -dijiste sonriendo por la ternura que daba en ese momento.

Paimon entró al baño y tu mientras te ibas vistiendo con tu traje de aventura, te colocaste la visión de Pryo en la parte superior de la muñeca ya que eras una usuaria de este elemento. Originalmente eras de Mondstadt, conocías a todos los pueblerinos de la ciudad y a casi todas las personas importantes gracias a tu hermano Diluc. Si tu hermano era Diluc y por lo tanto Kaeya tu hermanastro, te llevabas bastante bien con ambos aunque a Diluc no le parecía bien. La primera vez que le comentaste a Diluc que querías ir a Lyue en busca de aventuras él dijo un retundo no, pero poco a poco ibas convenciendole hasta que la semana pasada aceptó. Sonreíste al volver a recordar aquel momento de tanta alegría para ti.

Paimon salió del baño y empezasteis a recoger todas vuestras pertenencias. Salisteis y os dirigistéis hasta la recepción a pagar la habitación.

- ¡___!¿Podemos ir a comer algo para el desayuno? -dijo Paimon mientras tú guardabas las moras en tu cartera.

- Está bien

- ¡Yupi!

Os dirigistéis al restaurante de la posada y os sentásteis en una mesa que estaba vacía. Un camarero se acercó y os entregó una carta para que pudieseis elegir algo para comer. A ti te llamó la atención un plato que se llamaba "Tofu con almendras", en Mondstadt no había tofu así que pediste ese plato para poder probarlo, Paimon eligió cualquier plato que sabía que estaba bueno. Os trajeron los platos y empezasteis a comer, al dar el primer bocado de ese plato abriste los ojos en signo de asombro, nunca habías probado algo tan exquisito como aquello. Estuvisteis comiendo tranquilamente, cuando terminásteis el camarero vino a recoger los platos vacíos.

- El tofu con almendras está muy bueno -le comentaste al camarero

- Muchas gracias, la verdad es que tenemos mucha reputación por este plato, incluso un cliente frecuente lo pide siempre

- Pues que buen gusto que tiene -dijiste riendo

El camarero se fue y vosotros también. Bajásteis hasta la base del árbol y continuasteis vuestro viaje hacia Lyue. Después de dos días de travesía tranquila, aunque algunas veces os perseguían algunos hilichurls, habíais llegado a la puerta principal de la ciudad de Lyue.