Capítulo 4

256 38 4
                                    

Narra Amane
Ah pasado una hora desde que traje a la enfermería a __, Esta muy debil.

Siento culpa, si no hubiera estado distraído habría llegado antes con ella o si le hubiera ofrecido ir juntos a la azotea, tal vez todo sería diferente.

Me encarge de curar sus heridas y de hidratar su piel.

Sentía que si la llegaba a tocar se rompería como el cristal.

Pero ella no es tan frágil como aparenta, debió resistir mucho, ella protegió la maqueta con su cuerpo, porque protegería algo sin tanta importancia?

No me importaría tener una nota baja si es que ella no estuviera así.

Me acerco un poco más a su rostro para apreciarla mejor, su belleza es única, se veía como un ángel al dormir, su pálida piel, su blanco cabello y sus finos rasgos, es tan delicada.

Siento mis mejillas tomar un leve color carmín, Rápidamente me gire hacia el lado.

Para matar el tiempo trabaje en la maqueta.

(...)

No mucho después escuche unos leves gemidos de dolor, me gire a verla, parecía estar despertando, me acerqué a ver si estaba bien, pude ver como abría delicadamente sus ojos, eran de un tono violeta con toques de azul y destellos de luz.

Cuando abre los ojos por completo, por unos instantes nuestras miradas se cruzan a esto ella se sonroja pero pareció dolerle haciendo un quejido de dolor

- Cuidado! No te esfuerces mucho, puedes lastimarte más

- Q-que paso...?

- Bueno, te tardabas en ir a la azotea así que te fui a buscar y luego te encontré mal herida, te traje hasta acá y te cure.... Oh! Lo olvidaba, mientras descansabas termine la maqueta, no te tendras que preocupar por eso

- N-no tenías que m-molestarte

- Está bien, no me importa, solo quiero que te recuperes

Ella oculta su rostro con las sábanas, fue un acto muy adorable.

Posteriormente intenta levantarse de la camilla pero aun estaba demasiado débil por lo que su cuerpo cae a causa de la gravedad, rápidamente reaccione y la atrape ayudandola a mantenerse en pie.

- Yo te ayudo, te iré a dejar, así no podras tu sola

- G-gracias, pero en verdad, no tienes que molestarte ta-tanto, que dirá tu hermano?

- Para nada es una molestia, me preocupas, me aseguraré de que llegues a salvo, mi hermano lo entendería

Puedo notar que su cuerpo deja de estar tan tenso lo que hace que pueda mantener mejor el equilibrio.

Juntos vamos hacia su casa que estaba muy cerca, quedaba a una cuadra del instituto.

Durante el corto camino estuvimos en silencio, pero estaba muy cómodo a su lado, estaba tan serca que podía sentir su olor, era muy familiar, pero realmente por mas que me esforzará no podía recordar donde lo había olido antes.

Ya frente a la casa nos detuvimos.

- Aquí es

- Hay alguien que te cuide?

- N-no, mis padres llegan más tarde

- Entonces te dejare en tu cuarto para que descanses

Está vez no se negó, solo asintió con su cabello cubriendo su rostro.

La dejo en su cuarto, le quito los zapatos y la recuesto en su cama.

Espero a que se termine de acomodar para taparla con las mantas y asi no tenga frío.

- Muchas gracias, Amane

- No hay de que, recuperate pronto

Me despido y voy a mi casa.

Mi hermano estaba dormido a estas horas por lo que tome una ducha, acomode mis cosas para el día siguiente y me acosté en mi cama, estuve unos minutos observando las estrellas.

Ahora, por alguna razón, cada que veo una de las miles de estrellas recuerdo esos ojos brillantes y violetas, como si cada estrella fuera un destello de estos.

Lentamente cierro mis ojos pensando en ello hasta caer en un profundo sueño.

𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫 ♡Yugi Amane x lectora♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora