❛ Komaru, don't leave me ❜ || Tokomaru

I ♡

-- ¿ qué hubiera pasado sí nos hubiéramos conocido en una mejor época de nuestras vidas ?

...
Komaru Naegi.

La menor de la familia, una chica sonriente y alegre amante de los Mangas.
Es la hermana de Makoto Naegi, el estudiante suertudo definitivo quien estudiaba en la mejor academia para alumnos definitivos, Kibuogamine.
Pero no estamos para hablar de él, si no de su pequeña hermana.

A diferencia de suya, ella no tenía un talento definitivo, era una joven normal viviendo una vida común.
No me malinterpreten, ella era feliz siendo normal, insistía en que era mucha responsabilidad.

La gran mayoría de veces acompañaba a su hermano a la Academia le quedaba de paso a su colegio, además su madre siempre insistió con que se acompañarán, aunque sea la mitad del camino.

Hoy no era una mañana diferente a las demás; cada uno ya estaba con su ropa ( uniforme en el caso de Komaru ), respectivas pertenencias y desayunados, justo ahora estaban caminando hacía la escuela del mayor.

Conversaban de trivialidades mientras se encaminaban a tan elegante edificio que era adornado con ese escudo tan peculiar.

-- Bueno, aquí nos separamos-- dijo el mayor volteando a ver a su hermana.
-- Yup, ¡que tengas buen día, hermano !
-- ¡ Gracias, también tu, Komaru !

La fémina hizo con ademán mientras sonreía y se retiró lentamente. La primera hora se canceló, así que no tenía prisa.

Era de las pocas veces en que podía disfrutar de su caminar por la mañana, ver el cielo tan claro y las nubes que se desfilaban sobre él.
Una pequeña brisa se paseó por su corta cabellera haciéndola sonreír.

Poco a poco su campo visual se llenó de jóvenes estudiantes con quienes compartía uniforme conversando en el patio.

-- ¡ Hey, hey, Komaru ! -- escuchó a lo lejos unos pasos apresurados y al girarse se encontró a uno de sus pocos amigos, Yuta Asahina, el hermano menor de la nadadora definitiva, Aio Asahina.

-- ¡ Yuta ! -- se detuvo para hacer un saludo de manos inventado por ellos mismos.

Se fueron juntos a conversar dentro del salón donde tendrían su siguiente clase, pues estudiaban en el mismo grupo; incluso iban de camino a la Academia a por sus hermanos a la salida.

Ambos Naegi pasaron su día normal, un par de clases, pausas y demás hasta que llegó la hora de salida.

Komaru y Yuta ya iban a la mitad de camino, la verdad es que sus colegios no estaban tan lejos.

-- Makoto, ¿ también esperas a tu hermana ? -- dijo Aio después de despedirse de Sakura quien tenía que irse ya.

-- Si Aio, no deben tardar, incluso deben de ir de salida-- enunció, para en ese justo momento divisar a ambos chicos quienes iban a paso lento mientras conversaban. -- Mira, ahí vienen

-- ¡ Hola a ambos ! -- saludo la menor mientras sonreía, su sonrisa era cómo el sol, tan cálida y brillante.

Tanto los hermanos Asahina y Naegi compartían un pequeño trozo de camino a casa así que el cuarteto se puso en marcha devuelta a su hogar.

-- ¡ Es impresionante ! Me siento feliz por ti al saber que irás a una competencia tan importante -- con un tono animado, Komaru miró a Aio.

-- Aww, gracias Komaru, voy a darles a ti y a tu hermano un par de entradas por si quieren venir a verme.

-- Eso sería fantás-

No pudo terminar su oración pues observó a una bolita de jóvenes reunida a unos pasos de ellos, con curiosidad se desvío para mirar;
Se sorprendió al mirar unos lentes en el suelo y aparentemente la dueña de estos buscándolos desesperadamente, insultándolos de paso, mientras los espectadores se reían.

-- ¡ Quietense ! -- gritó con enojo y los empujo tratando de alcanzar los lentes por ella una vez se los dio y logró levantarla sus acompañantes fueron con ella, haciendo que ese grupito se hechara a correr.

-- ¡ T-Touko ! -- Asahina fue con la nombrada quien era sostenida por Komaru.

-- ¿ La conoces ? -- interrogo la de pelo corto.

-- Sí, va con nosotros en la Acade-

-- ¡ S-Solo dejenme en paz ! ¡ No necesito si ayuda, malditos estúpidos ! -- vocifero enojada y avergonzada soltando el agarre de la menor con brusquedad y corriendo hacía otra dirección.

-- ¡ Hey, espera ! -- cuando iba a alcanzarla, su hermano la tomó del brazo.

-- Dejala, Komaru, ha tenido suficiente.

-- ¿ estará bien ?

-- No lo sé, pero, vámonos a casa ya es tarde y mamá puede preocuparse.

Y retomaron su camino a casa.

...

-- Oye chica, ¿ estarás bien ? Voy a buscarte mañana, no te conozco pero estoy preocupada...Prometo que esos brabucones no volverán a molestarte. -- fue lo último que pensó Komaru antes de cerrar los ojos y caer dormida.