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— ¡No, ni loco lo haré!— sentenció nuevamente el mayor en voz baja mientras se cruzaba de brazos.

El menor bufó con cansancio. Llevaban quince minutos discutiendolo.

— Pero es la única opción, Hyung— dijo SooBin tratando de convencer al mayor— No es tan alto.

— Dije que no, SooBin. No saltarse por la ventana.

— Pero si no lo hace, mi mamá lo va a descubrir— dijo— y no hay forma en la que usted salga por la puerta principal sin que ella lo note.

El mayor suspiro cansado. Tenía que aceptar que esto fue su culpa y debía de cargar con la responsabilidad como todo un adulto.

— E-esta bien, saltare— dijo temeroso mientras se acercaba a la ventana.

El pelinegro no sabía la razón del drama de YeonJun, después de todo, la distancia entre la ventana y el suelo no era tan grande. Además, había un árbol del cual podía ayudarse a bajar.

— Aigoo...— escuchó susurrar al mayor mientras salía lentamente por la ventana. Quiso reírse pero se contuvo.

— Apurese, Hyung— dijo el menor poniendo sus manos en la espalda del mayor, empujándolo levemente.

— ¡No hagas eso, SooBin!— le gritó en un susurro el mayor.

— Está bien, pero apurese.

YeonJun lo miro con el ceño fruncido antes de -literalmente- saltar hacia el árbol que estaba en frente.

Y soltó un suspiro de alivio cuando logró tocar el suelo.

— Tierra... Amo la tierra— susurró YeonJun.

— ¡Hyung!— lo llamó SooBin y levantó su mirada— ¡Atrápelo!— y lanzó un pequeño avión de papel.

¿Cuando fue que lo hizo?

Retrocedio con la intención de atraparlo, y cuando lo logró y estaba apunto de abrirlo, una voz se hizo presente a sus espaldas.

— ¿Profesor YeonJun?

Por Eso Uso La Calculadora//YeonBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora