𝑷𝑨𝑹𝑻𝑬 2

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Un par de días después

Luzu seguía estando nervioso jugando con sus manos mientras miraba a la playa, cada vez eran más constantes aquellos síntomas, pero no quería aceptar las cosas, era un chico demasiado jóven, quería disfrutar un poco más de su juventud, que se supone que haría con un bebé a los 18 años, que le diría a sus padres, seguro estarían más decepcionados de él o quizá no preferiría que todo fuese algún tipo de pesadilla.

Lo pensó varias veces, demasiadas y al fin se decidió a hacerse una prueba para salir de dudas de una vez por todas, se levantó de aquella banca en dónde estaba sentando y empezó a caminar al centro, hasta llegar a una farmacia.

Observó desde fuera y paso dentro aún dudoso de lo que estaba haciendo, se acercó al mostrador y la pidió al chico que se encontraba allí, la tomó lentamente, pagó y salió de inmediato.

Camino hasta casa mirando sus manos. Como Auron estaba trabajando se despreocupo un poco, bueno... No mucho, se acercó a la puerta y tomó las llaves de su bolsillo para luego abrir la puerta y cerrarla justo después de entrar.

Se dirigió al baño luego de dejar las llaves sobre la mesa de centro del salón, sacó la prueba con sus manos temblorosas, se realizo la prueba y espero los minutos correspondientes, cruzó los dedos deseando que no diera positivo; miro con miedo notando como sus ojos empezaban a cristalizarse, mientras se recostada a la pared cayendo lentamente al suelo quedando sentado.

En su mente parecía que su vida se acababa de derrumbar en un abrir y cerrar de ojos. Empezó a llorar por lo bajo tirando lo que tenia en su mano en algún lugar de esa pequeña habitación.

Tomo el móvil de su bolsillo buscando en el apartado de contactos el número de su mejor amigo y marcando esperando que contestara, sonó un par de veces hasta que contesto.

Vegetta sonrió un poco a pesar de que su amigo no lo podía ver ── Hola Luzu como estás? ── pregunto animado dejando lo que estaba haciendo para dirigirse al salón.

El chico que se encontraba del otro lado de la línea, desesperado empezó a llorar nuevamente ── No se que hacer, Ayúdame por favor ── dijo entre lágrimas mientras pasaba su mano secando algunas con la manga de la sudadera.

Al escuchar eso se quedó preocupado enseguida y a la vez confundido ── ¿Luzu quieres que vaya a verte? no puedes estar así y menos estando solo en casa ── dijo al escuchar a su mejor amigo tan mal.

── S-si por favor ── respondió para luego colgar mientras empezaba a sentir escalofríos ── Q-que voy a hacer ahora? ── exclamó temblando No quiero tener a este bebé, no quiero, no quiero... ── dijo desesperado golpeando la parte baja de su estómago con pocas fuerzas, ya que cada vez que lloraba, o se asustaba su cuerpo se volvía débil, por alguna razón que desconocía, pero así era desde pequeño.

Después de un rato se escucho que tocaban a la puerta, el castaño se levantó del suelo como pudo apoyándose en la pared y saliendo para abrir la puerta, al ver a su amigo se abrazo a el.

Vegetta sabía que estaba débil así que lo ayudó a llegar al sofá con cuidado sentandolo cerca de algunas almohadas para que estuviese más cómodo, se separo y fue a la cocina por un vaso de agua lo sirvió y regresó sentándose en frente de este para ayudarlo a beber.

─ ¿Estás mejor? ¿Te sientes mejor? ─ preguntó esperando que el contrario dijera algo ─ S-si ya está pasando... ─ contestó mientras seguía temblando, pero ahora menos que antes ¿que fue lo que pasó? Como acabaste así

ᴀᴘʀᴇɴᴅᴇʀ ᴀ ᴀᴍᴀʀ  (𝑙𝑢𝑧𝑢𝑝𝑙𝑎𝑦) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora