Ciclo Carmesí: "En busca de la verdad"

Parte 3: Capítulo cuatro y cinco.

(Ya se lo saben: "lo siento por los posibles errores gramaticales o de omisión de palabras que puedan encontrar blablablá, espero que disfruten").

Capítulo 4: "La apuesta"

Definitivamente esa ornamenta era la de Eclipse, quién tenía a cargo las operaciones de la organización criminal de los enmascarados en Jidrán, y al parecer venía muy bien acompañado y sería imposible salvar a sus compañeros, nunca había tenido la experiencia de un combate contra tantas personas, y sobre todo con el líder, que ha humillado a los mejores hombres de la policía en cuestión de segundos e incluso matado, era un asesino impredecible y siempre se sabía algo nuevo sobre él, como que su carne era traspasable, como si no existiera de la misma forma que el resto. Se sabía mucho por rumores e investigaciones pero... A la fecha su identidad sigue siendo un misterio. Grimm sabía a quién tenía en frente y las muchas cosas que podría hacer para huir, pero no podía permitírselo, así que decidió optar por el sigilo y no usar más que una pizca de su energía natural para no alertarle. 

El comisario escaló al tronco más cercano y empezó a saltar hacia los demás como podía y sin hacer ruido, y al bajar se colocaba detrás de los guardias y les noqueaba. Después escondía a los maleantes detrás del árbol en donde se subía y seguía dando círculos al lugar. Pero mientras o hacía un cuchillo voló desde el centro del campamento y le hizo un pequeño corte en la cara:

-Mierda... Me vio-. Pensó el comisario mientras se dejaba caer para mostrarse y ver que sus compañeros le hacían señas para que les ayudara: -Mejor no digan nada idiotas, esto es culpa de ustedes por no apagar las hogueras-. Exclamó molesto Grimm mientras se paraba al lado de Eclipse.

Otra particularidad de este ser tan curioso es que nunca hablaba, sus gestos de caballerosidad y principios no necesitaban verbalizarse pues se notaban al solo verle, solo le dirigia la palabra a personas que el consideraba que eran dignas de un honor así de grande:

-Mira, se que estás en completa ventaja y probablemente no debería estar haciendo esto, pero si dejas ir a estas personas, obviaré que estuviste aquí y te dejaré en paz... ¿Qué me dices?-. Dijo Grimm mirando la hoguera aún encendida con una llama muy potente.

Eclipse solo le hizo una seña a uno de sus guardias para que se acercara y le dijera las cosas que el le susurraba al oído:

-Digo que no me tomes por estúpido y dejes ese juego de la negociación, conmigo no sirve-. Tartamudeó el guardia temblando mientras veía a quién le estaba dirigiendo la palabra.

-Si aún no lo sabes, soy el hijo mayor de Famelium Divnia, te recomiendo irte de aquí antes de que te arrepientas Eclipse... No quiero volver a repetírtelo-. Dijo el Divnia sin perder la paciencia encendiendo sus ojos con su aura naranja y frunciendo el ceño de manera bastante escalofriante gracias al brillo que generaba la hoguera en su rostro, porque cada vez que Grimm usaba su poder ígneo, el fuego cercano aumentaba su intensidad de manera muy violenta.

Pero el jefe de los enmascarados solo se quedó ahí de pie y se inclinó de manera tranquila y suave hacia su subordinado sin siquiera quitar las manos de su espalda:

-El jefe dice que no te considera alguien peligroso, cree que eres un jovencito patético que pese a no tener nada que lo haga especial, sigue colgandose de las glorias de su padre... Quiere que tengas claro que tu no eres Famelium, y que no te teme, porque aún no eres nadie-. Tartamudeó de nuevo el tipo muy asustado.

-Muchos me subestiman y dudan de mi pero... me parece perfecto. Muy bien, ¿Te gustaría apostar?-. Insinuó Grimm mientras elongaba sus brazos: -Seré breve: Yo gano, te vas y nos dejas tranquilos, Yo pierdo, pues me matas y te los llevas-.