F O U R

4.5K 310 75
                                    


— ¿¡QUE HICISTE QUÉ?! —gritaba Vanya alarmada, al parecer Cinco se había confesado.

— ¡No sé qué carajo pasó! ¡Estábamos bien, y comenzó a hablar de sexo y luego sólo... me besó!

— ¿Y le seguiste el beso?

— ¡Claro que no!

— ¡Pero no hiciste nada cuando volvió a besarte! ¡Acéptalo ya! ¡De verdad te trae mal!

— Claro que no... no soy un marica.

— ¡Cinco! ¡________ te gusta desde que lo conociste! De verdad te gusta. Además sigues teniendo las pupilas dilatadas.

— Aunque así fuera... que NO lo es. Él está con el imbécil de Klaus...

— ¡Por favor! Ellos sólo se reúnen para citas casuales... todos lo sabemos. No hay nada serio entre ellos... -se sentó en su cama- deberías intentar acercarte más...

— ¿Y cómo pretendes que haga eso? Si no pude acercarme a él 1 semana después del... "incidente" del entrenamiento... ¿cómo mierda voy a acercarme a él?

— ¿Entonces aceptas que si te gusta?

— No, yo no... no quería... ¡no lo sé! —se puso las manos en la cara, frustrado-- ¡ya no tengo idea de qué carajo está pasando!

— Hey... tranquilo... encontraremos la manera de acercarlos... sólo... cálmate —ambos se quedaron en silencio—. Aunque... ¿estás seguro q en verdad sientes algo por él?

Cinco suspiró cansado... — No lo sé...

— Bueno... ¿sentiste algo cuando se besaron? Una sensación extraña...

— Taquicardia... pupilas dilatadas... ¿el hecho de que me quedé paralizado?

— Con eso basta —dijo sonriendo.

× × × × × × × × × × × × ×

Unos días después, las cosas siguieron transcurriendo de una manera un tanto extraña. Vanya intentaba acercar al peli-negro con el castaño, mientras este último disfrutaba poner nervioso al primero, haciendo pequeñas insinuaciones.

Y una tarde relativamente normal, ________ entraba a su habitación después de terminar su sesión de terapia vespertina. El castaño cerró la puerta, dejó su saco en su armario y contempló la ventana cuando alguien habló:

— Para tus gustos, esta casa es una mierda.

El castaño se sobresaltó al mismo tiempo que soltaba un grito ahogado. — ¡¿Qu-?! ¿¡Qué carajo estas haciendo aquí?!

— Quise venir a visitarte...

— Sabes perfectamente que no puedes venir... ¿qué tal si alguien te ve? Reginald me asesinaría.

— Por favor... —dijo el muchacho, acercándose a la puerta— ambos sabemos que si te dieran ganas podrías asesinarlo por tu propia mano...

— Cierta la boca... y ya vete de aquí, alguien puede entrar y las cámaras están grabando... —aquel muchacho puso el seguro—... estoy hablando enserio, idiota. Si Reginald llega a verte por las cámaras...

— ¿Puedes por favor tranquilizarte? Mi energía altera las cámaras de todos modos...

— Eso no me importa.

"Secretos" |  Número 5 x ________ | LGBT+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora