Prólogo

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…-Mírame.- dijo en un suspiro.- Mírame y dime que esto es de verdad, que ya no sientes nada por mí y que esto se acabó.

Carl luchaba por mantener las lágrimas dentro de sus ojos.

-Ya no puedo seguir con esto.- contesto perdiendo la poca compostura que quedaba en él.- Por favor ya no lo hagas más difícil.

-No entiendo ni una mierda de lo que dices.- contesto David acortando la distancia que quedaba entre él y Carl, dándole un fuerte abrazo.- Dime que esto es una broma, una broma de muy mal gusto.- susurro en el oído del contrario.

No obtuvo respuesta.

-¡Dime que lo que estas diciendo no es verdad!- grito David furioso y desasiéndose en lágrimas entre los brazos de Carl.

-Lo siento mucho cariño. Bajé la guardia y ahora solo seré alguien que solías amar, estoy seguro de que estaré mejor con ella.- dijo Carl soltando su agarre de David.- Nos encontraremos luego, tal vez en unos años, ya lo decidirá el tiempo. Adiós Dav.

Carl se esfumo del apartamento, tratando de no derramar las picantes lagrimas que se asomaban en sus ojos al recordar la ultima imagen que tendría de David en su mente, dejando a un muy lastimado (emocionalmente) David, llorando con el rostro enterrado en las palmas de sus manos.

Lo que Carl no sabía, es que esa misma noche, David se haría una promesa si mismo, que cumpliría a como diera lugar.

°°°

-¿Lo hiciste?- pregunto una voz pastosa al salir del edificio donde se encontraba.

-Lo hice.- dijo con voz firme.- Espero que esto valga lo suficiente para dejar de amenazarme. Ya nos volveremos a ver las caras tu y yo, solo… espera.

-No trates de meterme miedo maldito niño. Es lo mejor, para él y para ti. Espero no volver a tener que tratar contigo de nuevo.- finalizo la voz, dejando a un Carl atrapado en la oscura y fría noche.




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