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En la hermosa fiestas de boda de Ulises y Lesly además de tener una discusión con Taylor pude tener la oportunidad de conocer a un chico lindo, llevamos tiempo saliendo como amigos aunque la idea de ser algo mas, me emociona.

Me despido de Sebastian  con un beso en la mejilla antes de salir de su coche.

-Me gusto pasar el día contigo. -después de pronunciar las palabras sonrió al   ver que él lleva mi mano a sus labios.

-Y te aseguro que no sera el ultimo. -sus palabras son promesas que me complacen escucharlas. Salgo del coche y entro a mi casa emocionada, solo esperó que pueda surgir algo lindo de todo esto.

Al pasar por la sala veo como mis padres se levantan al verme, corro a ellos y los saludo dándoles un beso, mi padre e abraza y se contagia de mi alegría.

-Hija queremos que te arregles, en una hora iremos a cenar. -mi madre me anuncia y me hace señas para que suba rápido y me arregle.

En tiempo récord estamos en camino pero cuando el auto atraviesa los portones de la mansión  de la familia Harrison me sorprendo porque pensé que  iríamos a un restaurante, lo bueno de todo esto es que poder ver a Beky y a sus princesas.

Estoy totalmente confundida cuando veo que la cena no es con toda la familia si no solo con los padres de Henry y el mujeriego de su hermano Taylor.

-Esperó te haya gustado la cena Gissel. -Miranda me sonríe de manera muy tierna.

-Claro que si, me a encantado pero... Si me permite ¿Podría dar un paseo por su jardín?- sonrió de manera tímida, pero por dentro me encuentro incomoda por las miradas que Taylor hace en mi dirección.

-Por supuesto, Taylor acompaña a Gissel, no quiero que se pierda. -él se levanta complaciendo a su madre.

Lo que pretendía era alejarme de él y mis acciones han dado el efecto contrario del que yo quería,  el incidente que tuvimos en la boda de Lesly provoca que me de vergüenza estar tan cerca de él, estoy segura que no comprendería que me encontraba en estado de ebriedad y no pensaba lo que hacia.

-No te preocupes por mi, puedes dejarme sola. -le digo al encontrarnos ya en  el jardín.

-¿Por que? - no se como dar mi respuesta y el por su parte se aproxima. -¿Mi presencia te incomoda? -sonríe a unos pocos centímetros de mis labios.

-Piensa lo que quieras, tú no causas nada en mi. -trato de sonar segura  pero su respiración me lo impide al rosar mi rostro.

-Quiero pagarte con la misma moneda que tu el día de la boda de Ulises. -no tuve el tiempo de pensar en sus palabras, cuando sus labios chocaron abruptamente con los mios.

 -no tuve el tiempo de pensar en sus palabras, cuando sus labios chocaron abruptamente con los mios

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-No vuelvas a besarme. -lo aparto de mi, limpiando con mi mano el rastro de su beso, su sonrisa es sínica.

-Pero si mal no recuerdo tú fuiste la que dijiste que si quería te casarías conmigo y yo no podría negarme. -repite las palabras que yo había pronunciado en contra mía.

-Así es, esas palabras se pueden cumplir en cualquier momento si yo así lo deseo pero no te da el derecho de besarme cuando tú quieras. -mi mirada le demuestra lo molesta que me encuentro y prefiero retirarme  y dejarlo solo en aquel jardín.

  

Solo Mía (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora