Junjou Hatsukoi (?

Capitulo 24

P.O.V Masamune

La oficina se había sentido más ligera desde que Onodera empezó a trabajar aquí, parece que hemos vuelto a el ambiente de antes.

Pero Kisa recuerda a cada segundo el hecho de que Ritsu debe recuperarse y volver.

Kisa: Takano-san~~~~ ¿Cuándo volverá Ricchan?

Masamune: No lose, tal vez cuando se sienta mejor.

Kisa: ¿Cuándo se sentirá mejor?~

Masamune: No lose, pregúntale- decía empezando a molestarse

Kisa: ¿Y si no quiere contestarme?

Masamune: Kisa.

Kisa: ¡Me llama mi mangaka! Adiós- dice saliendo rápidamente de la sección

Masamune: Hatori, tiene-

Kisa: ¡DEBES LLEVAR MIS REGALOS!- dijo asomándose por la puerta e interrumpiendo a Masamune

Masamune ya enojado y cansado de escuchar a Kisa tiro de manera automática uno de los conejos de peluche que tenia cerca lo más fuerte que pudo, pero Kisa apenas grito corrió dirigiéndose al ascensor para irse y volver hasta que Masamune se sintiera mejor.

Masamune: Como decía... Hatori tienes las viñetas de Yoshino-sensei- dijo aun con un tono de enojo

Hatori: Si, aquí están Takano-san- decía entregando las paginas a Masamune

P.O.V Misaki

Me siento pesado y tengo los ojos hinchado de llorar tanto, no había llorado desde que tuve que alejarme de Usagi-san.

Necesito levantarme para dejar descansar a Ritsu.

Narrador

Misaki intento mover levemente a Ritsu y logro salir un poco, pero antes de levantarse Ritsu aún dormido agarro la camisa de Misaki. Takahiro entro con un peluche de perro para ponerlo en las manos de Ritsu, que casi como un reflejo lo abrazo soltando a Misaki.

Misaki: Muchas gracias- susurro

Takahiro: Salgamos un rato para dejarlo descansar, al llorar tanto dormirá un buen rato.

*Afuera*

Misaki: ¿Cómo supiste que con el peluche me soltaría?

Takahiro: Desde pequeño hace eso con cualquier peluche, creo que le gusta dormir abrazando algo.

Misaki: Oh.

Takahiro: Si, igual que a ti te gusta dormir acurrucado. Porque crees que tenias un Suzuki-san gigante cuando eras pequeño, que ahora que lo pienso fue un regalo de Usami.

Misaki: Así que ese enorme oso fue un regalo de Usagi-san... ¿¡Un regalo de Usagi-san!?

Takahiro: Aun no te conocía, pero cuando le dije que mi pequeño hermano no podía dormir sin acurrucarse en algo, me regalo a Suzuki-san.

Misaki: ¿Por qué me dijiste eso? Ahora no podre ver a Suzuki-san a los ojos- dijo llevando sus manos a su cara avergonzado

Takahiro: Bueno que tal si me acompañar a comprar unos cuantos libros.

Misaki: Si sabes que Ritsu tiene como 10 estanterías de libros- dijo bajando sus manos

Takahiro: Ya los he leído todos, además que escuche que hay una librería con contenido variado, quiero ir.

Misaki: Vamos entonces.

*En la librería*

Miyagi: Kamijo~, mira un nuevo libro de Usami-sensei~

Hiroki: Si, si.- decía ignorando a su compañero, el cual claramente se notaba que estaba intentando molestarlo.

Yukina: Bienvenidos.

Takahiro: Buenas tardes.

Misaki: Buenas.

Miyagi: ...-se acerca a Misaki para nada disimulado

Misaki: ¿Miyagi-sensei?

Miyagi: Lo sabia eres el tierno estudiante de Kamijo.

Takahiro: Imagino que ustedes son profesores de Misaki, gracias por cuidar siempre de Misaki, soy su hermano mayor- decía haciendo una reverencia

Hiroki: Así que tienes dos hermanos mayores, te pareces más a Ritsu- decía acercándose

Misaki: Buenas tardes Kamijo-sensei, lamento mucho interrumpir pero vamos a mirar un poco los libros- dijo tratando de zafarse de la incomoda situación.

Miyagi: Bueno ya que el pequeño Kamijo no quiere este libro, toma léelo- le da el libro de Usagi-san

Misaki: Muchas graci-

Misaki al darse cuenta que era un libro de Usagi-san se sonrojo, algo que les hizo gracia a los tres mayores.

Hiroki: Nosotros nos retiramos.

Miyagi: Adiós Misaki-kun~- dijo guiñando un ojo-

Dicho esto ambos profesores salieron de la librería.

Takahiro: Que profesores más animados tienes.

Misaki: Si...- decía ahora avergonzado por haber reaccionado de una manera tan torpe al recibir el libro

Kisa y Yukina se encontraban contemplando y riéndose levemente para no ser descubiertos de la situación graciosa que había ocurrido en esos segundos, no todos los días llegaban personas que animaran un poco la librería.