' 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 1

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❦︎ ➪ 𝑇𝑟𝑎𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒


El camino hacia la escuela está tranquilo, esos pequeños momentos de libertad lo hacen sentir vivo porque estar de la casa a la escuela de la escuela a su casa no es divertido, para encerrado y nunca sale, aparte de que le exigen ser el primero y el mejor en todo. Desde que tiene memoria su padre siempre a sido así con él, sobreexplotandolo, exigiéndole, golpearlo así sea por un pequeño error... Ahora que piensa en su padre por parte de su "figura paterna" no recibió ninguna muestra de cariño o amor, siquiera una caricia en la cabeza. Con su mamá igual, solo que ella no lo golpeaba solo lo ignoraba fingiendo que nunca existió, y cuando se cruzaban y su padre la culpaba a ella, su mamá siempre le decía que era un error, que ojalá este muerto, que nunca hubiera nacido, que solo está estorbando en su vida. Su infancia fue difícil, nunca jugo, nunca se quejó, solo era una máquina, así como ahora.

‹Estoy cansado›, fue su único pensamiento al cruzar las puertas de entrada, se dirigió al baño de hombres para mojar su rostro por lo sudado que estaba. Cuando cerro el grifo y levantó la cabeza sus ojos cafés miraron atentamente el espejo, el mismo objeto reflejo que detrás de él estaban cuatro de los estudiantes que lo paran molestando, su cuerpo comenzó a sudar frío, dio media vuelta encarando a los tipos — ¿Se les ofrece algo? — pregunto poniendo una de sus mejores sonrisas.

— Eso es claro, querido amiguito, danos tu dinero y nuestras tareas. — ordenó de forma demandante uno de los tipos, al parece es el "cabecilla" de esos idiotas.

Dazai negó repetidas veces con la cabeza mientras movía sus brazos al mismo ritmo, cuando se detuvo miro al "líder" y volvió a sonreír — Disculpa, pero no te daré mi dinero porque no traigo y sobre lo otro, no, no lo hice porque no es mi obligación. ¿Acaso son tan tontos para no sabes matemáticas?. Qué decepción, hasta un chimpancé sabe eso. — apunto a los cuatro con su dedo acusador — Tal vez ustedes no evolucionaron aún, pobrecitos.

— Infeliz. — uno de los chicos alzó el puño pero otro lo detuvo negando con la cabeza. Esa fue la señal de Dazai para irse, entro otro chico y cerró la puerta atrás de sí, nuestro castaño miro al desconocido que al parecer no era estudiante de allí ya que no traía el uniforme.

— Ay maldita sabandija, tal vez nosotros no te podamos golpear pero éste amigo mío sí, espero disfrutes mucho esto. — después de esas palabras el desconocido recibió una señal, el chico se acercó a Dazai para sujetarlo del cuello, levantarlo y pegarlo a la pared, cuando lo tuvo a su altura comenzó a patearlo y darle golpes en el estómago y golpear su cabeza repetitivas veces contra la pared.

Así estuvieron máximo media hora golpeando al castaño, el cual ni siquiera intento defenderse ya que está en completa desventaja, solo le quedaba aceptar su destino. Ser golpeado, humillado y escupido en el baño de la escuela, en ese sucio suelo donde su sangre está esparcida. Cuando el "cabecilla" estuvo cerca de la puerta, miro hacía atrás en el suelo observando de forma burlona y con una sonrisa socarrona al chico.

— Ya sabes lo que pasará a la próxima si te vuelves a quejar con el director. — su risa fea y escandalosa del tipo hizo eco en todo el baño. Dazai que tenía un ojo cerrado por el puñetazo y el otro veía todo borroso solo pudo dignarse a sonreír con arrogancia.

— Oh ¿Crees que ganaste? — la sonrisa del contrario se volvía cada vez más pequeña — Que decepción, solo sabes usar la fuerza y no el cerebro, eso afirma mi teoría de que no has evolucionado como ser humano sino como un imbécil por completo, te ríes de mí desgracia solo porque me agreden de forma física. Pues yo me burlare de tí toda la vida, porque déjame decirte que de hoy en adelante tú asquerosa vida caerá en decadencia y caerás en un hollo sin salida para podrirte como la mierda que eres. — se sentó de forma lenta ya que el cuerpo aún le duele, junto sus labios y escupió, cayendo esto en los zapatos del otro — Ahora la desgracia te perseguíra y cuando ruegues piedad me reiré en tu asquerosa cara.

El agresor quién escucho todo atentamente se retiró cuando vio que un profesor se acercaba. Dazai por su parte se levantó cómo pudo del suelo, todo el cuerpo le duele y eso que no siente algunas de sus extremidades. Ya que todos están en clase salió del baño con la poca fuerza que le quedaba, apoyándose en la pared decidió ir a ese salón abandonado, el cual siempre lo recibirá de brazos abiertos acogiendolo en su soledad. Bajo las escaleras sentado, ya que sus piernas no daban para más, se arrastró por el pasadizo a oscuras ya que no llego al interruptor, abrió la puerta del salón y entró. Sin percatarse de que había otra persona allí quién rápidamente lo observó.

— ¿Qué mierda te paso? — esa voz, el de ojos cafés volteo rápidamente hacía la persona que le acaba de hablar, es el chico de ayer. El mismo chico se acercó hacía él sin saber que hacer, su cuerpo simplemente pesaba mucho — Dame un momento. — con solo decir eso salió del salón dejando solo al herido.

No paso ni un minuto y regreso el chico con dos colchonetas de física, subió el cuerpo del otro chico en una de éstas. Mientras tenía el botiquín en la otra mano, saco el alcohol junto con el algodón y unas pastillas, uso los dos primeros objetos para limpiar las heridas del rostro, al terminar puso parches en las mismas. Le paso las pastillas junto con una botella de agua.

— Ya que te trate, dime qué te pasó.

— Ah, ya sabes bullying. — respondió con tranquilidad como si fuera lo mas normal del mundo. El de cabellos rojizos frunció el ceño.

— Y lo dices tan tranquilo. Mira como te dejaron pareces pollo moreteado y encima desnutrido. — suspira — ¿Comiste antes de venir?

— Si te soy sincero no he comido en días. — eso alarmó más al contrario, quién rápidamente agarro su mochila y sacón un tupper con comida adentro. Todo esto fue observado atentamente por Dazai quién no entendía que pasaba.

— Toma. — una cuchara con comida fue directo a la boca del castaño el mismo que recibió la comida sin objeción alguna. Comió a gusto, era raro el sentimiento, no era incómodo, solo raro, su rostro lo decía todo — ¿Pasa algo?.

— No, solo es la primera vez que me alimentan así. — fue totalmente sinceró e inesperada su confesión. Chuuya asintió, no comento nada al respecto, tampoco es que tenga algo importante que decir, solo quedó allí. Dazai se tomó la molestia de volver a ser sincero — ¿Conoces a los "estudiantes problema"? — recibió un asentimiento de cabeza — Bien, pues desde que ingresé ellos me molestaban, todo tipo de molestias eran chistes o rumores mal elaborados, pero con el tiempo comenzaron a robarse mis cosas, golpearme y hasta me mandaron al hospital por una costilla rota. Los suspendieron tres días y como me queje con el director, se metieron en problemas con sus padres y yo ahora pago pato porque llevaron a alguien a golpearme ya que ellos no puede.

— Dios, yo lamento por lo que estás pasando. — era lo único que podría decir en ese momento — ¿Te duele algo?. Aparte de todo el cuerpo, algún lugar en especial.

— Me duele mi costilla, la misma que apenas estaba curada.

— Mn, debo llevarte a enfermería. — sin ninguna palabra del contrario, Chuuya ayuda a Dazai a ir a la enfermería, fue difícil ya que el más alto pesa un poco. Pero llegaron a la enfermería, la encargada los atendió de forma rápida y preocupada por la condición del chico, fue difícil calmarla y más cuando le contaron que pasó.
Osamu está echado en la camilla, esperando a la ambulancia, la misma que lo llevará al hospital, eso es bueno no es malo, lo malo: llamarán a sus padres.

— Chuuya no quiero ir al hospital.

— Tienes que ir, según la revisión de la enfermera tu costilla está lesionada, otra vez, deben llevarte urgente...

— Mn, pero llamarán a mis padres.

No podían seguir con la plática, la enfermera le pidió al de ojos azul mar que se retirará a sus clases. Chuuya se fue no sin antes preguntarle quienes eran los chicos.
El pelirrojo se fue dejando solo al castaño, el mismo que cayó en un sueño profundo cuando parpadeo por tercera vez, las preocupaciones iban para después.
Lo que Dazai no noto fue que en la mesita de a lado había una pequeña nota.

« Te veré mañana en el salón abandonado. »
«Atte: El chico que le dio su lección a los agresores.»



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Mucho texto y me cago de sueño.
Buenas noches

¡Gracias por leer! ¡Y feliz día! 🏳️‍🌈

' 𝚂𝚊𝚕𝚘́𝚗 ➪ˢᵒᵘᵏᵒᵏᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora