Kayah es una joven nada prodigiosa que vive en un pequeño pueblo lejos del mundo caótico que es Cameron. Lleva una vida de bajo perfil al no poder usar los poderes de la naturaleza "Nalet" pero un día sucesos extraños empiezan a pasar y Kayah descub...
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Naturalmente la familia Snowdrop había quedado sin un lugar para vivir, tras voltear a ver su casa, toda destruida y vuelta escombros, no sabían si sentirse mal por haberlo perdido todo o sentirse bien porque estaban vivos.
-Umm bueno, supongo que ya era un buen momento para cambiar de casa - Dijo el señor Snowdrop.
Su comentario causo gracia entre la señora Snowdrop y Kayah.
-Oh no, por eso no se preocupen - Decía Dominick con apuro - Nosotros nos encargaremos de todo, después de todo el tema es asunto nuestro, así que yo mismo me encargaré de buscarles un lugar.
Que alivio... Pensó el señor Snowdrop, después de todo, tampoco era que contaran con mucho dinero como para permitirse comprar otro lugar.
Pasaron varias horas y mientras la familia esperaba sentada en los escombros, vieron como empezaban a llegar muchas personas, que según entendían eran compañeros de Dominick.
Todos revisando a detalle lo sucedido. Algunos tomaban muestras del suelo, había otros recogiendo lo que quedó de aquel espectro.
-¿Quien hizo esto? - Murmuraba uno al otro mientras recogía en pequeñas muestras lo que restaba de la pequeña niña que tiempo atrás había conquistado a Kayah.
-Es increíble... jamás había visto algo así.
Junto a ellos se encontraba Dominick quien señaló a Kayah, a quien ellos se quedaron mirando sorprendidos.
-Ella tiene que ir a ciudad de las aves... - Decía Dominick
-Definitivamente tiene que hacerlo... - Dijo uno de los hombres - Ya hablaste con Zephyrion?
-Es complicado, no es como que hable con cualquiera, pero definitivamente tiene que ver esto.
Así transcurrió el resto del día, hasta que finalmente la familia Snowdrop decidió irse a un pequeño hotel a las afueras de la villa.
Curiosamente, Dominick fue con ellos, es como si no quisiera perderle la pista por un segundo a Kayah.
En el hotel, Kayah se sentía algo preocupada, por lo que sería su vida de ahora en adelante.
¿Que es lo que voy a hacer? Decía para si misma mientras acariciaba al pequeño coco que le ronroneaba encima de sus piernas.
-¿Ustedes no los conocieron? - Dijo de repente.
-¿A quien? - Balbuceó la señora Snowdrop.
- A mis padres... - Dijo Kayah en un tono un poco más bajo.
-Oh querida... Nosotros tratamos de buscarlos, pero no tuvimos éxito - Dijo suavemente el señor Snowdrop.
