Todo era bello, todo era un sentimiento, pero todo llega a su fin.
Ella era bella, era mi mundo.
Yo debía protegerla, de amarla, ¿qué me queda si no está ella?¿qué sentido le queda a mi vida?
Ella sabría que debería hacer, en vez de vagar por el mundo.
No, ella era mi mundo, mi simple existencia no tiene sentido sin ella.
Cada momento que vivo sin ella es un sufrimiento.
Ella era fuerte; rara vez la veía llorar, ella decía que la vida era corta y que no había tiempo para ello.
Yo solo no lo entendía.
Ella decía que quería ir al bosque.
Decía que un lugar tan lindo sin distracciones era un misterio, contaba que se podía escuchar la voz del viento, simplemente tonterías para mi.
Ella me rogaba para ir, pero yo nunca le tome importancia, aún así, ella espero ese luego...
Ella era de porcelana, con esmeraldas en la mirada, labios tan rojos como la sangre, de su cabeza colgaban rulos de un color chocolate.
Poco después de que ella se fuera fui al bosque y lo escuché... escuché la voz del viento, sentí una paz en mi.
Entendí lo que ella decía, lo que ella quería sentir, lo que le quité.
Sigo viviendo por ella.
Para que su muerte no fuera en vano, si tan solo la hubiera escuchado.
Ella... ella seguiría viva
Yo cedí a la miocardiopatía, yo esperaba mi muerte, sabía que no había donadores.
Ella sufría, pero yo quería que no llorara por mi ausencia.
Me anestesiaron y lo único que supe al despertar es que ella no estaba a mi lado.
Poco después supe que ella dio su corazón por mi, ella murio por mi culpa.
Prometí proteger aquella sonrisa, pero no lo hice.
Vivo por que me gusta pensar que ella sigue viva.
Viviendo en mi.
Todo era bello, todo era un sentimiento de alegria.
Pero todo llega a su fin
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