Iguales

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12:30- He perdido mucho tiempo con esos dos pero he llegado a tiempo. Debo entregar estas fichas cuanto antes y volver a la comunidad. Hablar con madre es mi prioridad al llegar pero ahora mismo tengo que hacer esto. Aún no entiendo como algo tan importante como el Departamento de Salud está aquí, en esta sucia ciudad sin ningún valor, debería estar bien vigilado. Aunque no es algo que deba cuestionar, mi misión no es ser curiosa, ya que está mal visto.

12:45- Le hago entrega de los documentos que hablan sobre los nuevos desertores a la secretaria de la oficina y salgo por la puerta, este sitio debería ser limpiado más a menudo. Puede que si me doy prisa llegue a la siguiente hora de estudio. No debo perderme muchas más si quiero pasar de curso y conseguir la Beca para la Universidad de Derecho. El deseo de madre es que me convierta en juez para que me encargue de la gente que desobedece nuestro sistema. Es un honor que la presidenta me haya elegido para este cargo.

Sin embargo deberé cancelar lo que había programado, ese Different está esperando como había dicho en la entrada y no parece que tenga la intención de dejarme ir sin antes hablar. No comprendo cuan molestos pueden llegar a ser. Solo porque ellos no hagan nada de provecho no quiere decir que los demás tampoco. Me siento irritada, emoción que no debería tener pero que se deberá al haber estado rodeada de estos especímenes. Cuando me desinfecte ya estaré bien.

- Tú. Has tardado mucho.- miro el reloj.

- Han pasado diecisiete minutos y cuatro segundos. Si piensa que ha esperado demasiado, podría haberse ido. Nos haría un favor a los dos. Y no me llamo tú, sé que le costará mucho pero debería ser más educado. Soy Rebecca.

- ¿Y tu número?

- Eso le es irrelevante.

- De acuerdo, Becca.

- Ese no es mi nombre. Me gustaría que me hablara apropiadamente si quiere mantener una conversación.

- ¿Te molesta?

- No, solo quiero que sea respetuoso. Ahora que me he identificado, si es tan amable de hacerlo usted también.

- Álex. Pensaba que lo sabías.

- Ese no es un nombre reglamentario al igual que Becca. Pero debo suponer que es Alexander, por lo tanto, le llamaré así.

- Es la conversación más estúpida que he tenido nunca- parece exasperado, aunque no entiendo el por qué.

- ¿Podría dejar el vocabulario soez para los de su clase? Ahora si no tiene nada más de lo que hablar, me retiro.

- ¿Te crees mejor que nosotros? Todos sois iguales, no sé como ella soporta estar rodeada de gente como vosotros. Sois repugnantes robots sin corazón.

- Debo decir que si tenemos corazón, si no estaríamos muertos y, que no somos robots como puede ver, estamos hechos de carne y hueso. Y si, creo que somos mejores que ustedes.

- ¡Tú! Estoy harto de tu altanería. No sois mejores que nadie y mucho menos que nosotros. ¿Y que no sois robots? No me hagas reír, solo os falta estar hecho de metal, sois patéticos.- me agarra del brazo y lo aprieta.

Intento zafarme de su agarre pero me es imposible, había subestimado su fuerza y no puedo coger el táser mientras me tenga cogido este brazo, sería muy sospechoso cogerlo con el brazo izquierdo de mi bolsillo derecho de atrás. Me aprieta más fuerte y suelto un quejido. Se está poniendo violento pero no creo que sea pertinente usar eso. Debo intentar dialogar con él.

- Podría soltarme. Me está hiriendo y si me hace sangre deberé someterme a un esterilizado más exhaustivo para el que no tengo tiempo material. Además, creí que debía decirme algo, si no es el caso suélteme, tengo prisa.