parte IV

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Capítulo 1

Les di vacaciones anticipadas a Maria y a Juan antes que regresara Roberto, lo termine odiando tanto que ni lo llamé esa ultima semana, lo que hablamos descubierto me tenia apesumbrada.

Marta entregada por su propio padre a la logia para ser sacrificada, analizando había llegado a la conclusión de que Susy habia sido usada solo para llevar a cabo el sacrificio de Marta.

Lo que mas me indignaba que poder haber sido violada en esa ceremonia y yo no sabia nada, toda mi confianza en él había sido traicionada.

Es que lo espere sola en la casa, desde hace como dos días había decidido que hacer.

Despedí a Maria y a Juan le regale a Pinky a Juan y compre pasajes primero para ir a los Estados Unidos y luego había buscado en el internet donde refugiarme.

Ya que hace tres días habia recibido una foto de Catherine y yo en el mirador de los planes y una nota

—la próxima en desaparecer sera usted —me quede pensado si era una amenaza eso o que cuando vi el noticiero al mediodía lo compredi.

Se habia encontrado una joven norteamericana ahorcada en los planes de renderos, se pensaba que tenia como unos 8 días de estar fallecida.

Entonces comprendí porque me pedía que le llevara una carta y una postal con las piedras de Georgia a su madre en Atlanta, me estaba sugeriendo que huyera es que sin avisarle a nada saque todo el dinero de mis cuentas y compre un boleto para Atlanta.

Entonces comprendí porque me pedía que le llevara una carta y una postal con las piedras de Georgia a su madre en Atlanta, me estaba sugeriendo que huyera es que sin avisarle a nada saque todo el dinero de mis cuentas y compre un boleto para Atlanta

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Piedras guías de Georgia en Estados Unidos

Es que  ni lo fui a traer al aeropuerto a Roberto, el celular me sono varias veces, pero no le respondí, llegó ya de noche, lo espere en el cuarto, escuche cuando abrió la puerta de la casa y arrastro las maletas para dentro, escuche cuando el taxi que lo condujo se marcho, encedio las luces mi odio crecía en mi cuerpo cada minuto, los recuerdos de la orgia que había obligado a mi niña a sufrir se me venía a cada minuto, subió las gradas y escuche que empezo hablar


— ¿que pasa aquí? —escuche que dijo en voz alta

— donde se han metido todos, ni siquiera pinky me sale encontrar — exclamo en voz alta pero solo me hervía mas la sangre de tanto odio.

—Cecilia a donde estás —gritó como dos veces antes de abrir la puerta del dormitorio donde  yo estaba sentada en la cama sin poderme moverme por el odio, al verme se quedó sorprendido

—aquí estás, porque no me fuiste a traer al aeropuerto, ¿que te pasa? ¿porque no hay nadie en la casa?— me dijo para que la rabia que sentía por dentro me enloqueciera mas, hoy comprendía porque en dos años habíamos ascendido tanto en el partido, el tenia un puesto en la cancillería, yo en la secretaria de la mujer, ya le estaba hablando de nombrarlo diputado o alcalde, todo lo había conseguido entregándome a mi hija.

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