Mi propia Filosofía

LOS PADRES

 

Creo que nadie recibe más quejas que los padres… Son entrometidos, juzgadores, villanos, criticones, mandones, tiranos. No entienden nada de nada. Son un desastre…

Estos comentarios se han dado a través de todas las generaciones durante toda la existencia humana. Unos en voz alta, tiempos actuales; otros en la mente y el corazón. Es que es muy fácil juzgar a un padre, por nosotros las victimas que somos muy elocuentes.

Pues bien déjenme decirles que ser padres no es una tarea fácil. No solo porque nadie nos enseña a serlo, sino porque cada ser humano es distinto y no se puede poner un estándar a la paternidad.

Cuando era adolescente evidentemente juzgue muy cruelmente a mis pobres progenitores. Que si no me dedicaban tiempo, atención y todas las miles de cosas de las que uno puede quejarse. A mi primera juventud les achaque la culpa y responsabilidad de todos los traumas que hicieron mi juventud un pequeño infierno… (Recuerden que creía que a nadie le pasaba lo que a mí). Pobres padres míos, ni siquiera se enteraron de las veces que les pedí un exorcismo. Más adelante, cuando fui mami, me rechinaban los dientes cuando me criticaban mi “forma” de ser mami. Es que yo quería hacer las cosas distinto a como ellos lo hicieron, “mi forma”. No quería que mis hijos arrastraran “mis traumas” y todo lo que les reclamaba a ellos. Ahora que mis hijos son adolescentes y “mis formas” no fueron sino un experimento y no sé si funciono, me pregunto. Porque no les escuche más… Porque mis hijos se quejan de las mismas cosas que yo me quejaba.

Ser padre es frustrante, agotador y muy estresante. No todo el tiempo pero si una gran parte de ello. Cuando eres chica y piensas en ser mami, te imaginas a los bebes, chiquitos y tiernos… no se te pasa por la cabeza, adolescentes que te piden su espacio y te juzgan todo el tiempo. Duele mucho saber que diste y das tanto por ellos y que no sea suficiente.

Es que no eres psicóloga, enfermera, maestra, abogada y juez, réferi, GPS, empleada doméstica, oso de peluche y paño de lágrimas. Eres un simple ser humano, con defectos y virtudes; sueños y frustraciones; alegrías y amarguras… y por el amor más grande de tu vida… tienes que ser TODO lo de arriba y más.

Ahora ya no juzgo para nada a mis padres, hicieron lo mejor que pudieron con lo que tuvieron, cometieron miles de errores, como yo los cometo y a larga criaron un gran ser humano… YO. No por alabarme o ensalzarme, pero si tengo conciencia y mi corazón es piadoso…

Les voy a contar un secreto: Mucho de lo que soy me lo debo a mi mismo. Aprendí a conocer y conocerme; perdonar y perdonarme; amar y amarme; valorar y valorarme y a olvidar.

CONSEJOS:

1.       Que en tu vida te sirva solo lo bueno, desecha lo malo. Solo así se logra la felicidad.

2.       Hay tres manos que te ayudan en la vida sin fallarte jamás: Dios, tu mami y la que está al final de tu brazo.

Muchas bendiciones y un abrazo gigante.