✪» ❝별¹❞

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La primavera estaba por terminar

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La primavera estaba por terminar.

Las gruesas gotas de una enorme y oscura tormenta impactaban contra el rojizo y viejo tejado de ladrillo que cubría la pequeña casa granjera.

La lluvia indicaba el inicio de la siguiente estación.

YongHoon analizaba con detenimiento todo el techo, escudriñaba cada teja con su mirada, no quería que el agua se filtrara e inundara su pequeño y solitario hogar.

Extrañaba a sus padres, por supuesto que lo hacía. Normalmente cuando llovía tan fuertemente él se acurrucaba entre sus progenitores y así recibía cierto calor corporal cargado de un inmenso cariño. Solo aceptaba el cariño que sus padres le dieron, jamás lo aceptó por aparte de alguien ajeno.

Desde la muerte de sus padres, hace ya muchos años, el frío de la lluvia se calaba por sus huesos y lo hacía retorcerse de dolor. Jamás fue fanático de los días grises y fríos, quizá porque estos le recordaban como era su interior.

Pero aquel día, con aquella lluviosa tormenta todo fue diferente. Increíblemente sentía un inmenso calor en el pecho que no supo explicar cuándo se instauró en él.

Se asomó por la ventana viendo como las gotas de lluvia golpeaban con fuerza las débiles hojas del verde pasto. Le gustaba el olor a pasto mojado, así como también le gustaba el aroma a petricor —el olor de la tierra mojada por la lluvia— que se filtraba a pesar de que puertas y ventanas estuvieran cerradas, a pesar de que odiara los días lluviosos.

Un pequeño chasquido proveniente del suelo llamó su atención.

Con algo de enojo fue a buscar una olla a la cocina porque se percató que había un pequeño agujero en el techo que estaba justo por encima de la puerta de entrada. Le saca la lengua de la forma más adulta posible al agujero que buscaba formar un charquito más grande que terminara salpicando en uno de los muebles que estaban al lado de la entrada.

—Mis bellos muebles sí que no.

YongHoon coloca la ollita en el punto en el que ya habían caído unas cuantas gotas de agua, va en busca de una toallita para secar lo que ya se había mojado en la oscura baldosa marrón que cubría la entrada.

En cuanto está por agacharse para secar con una camiseta sucia que se le cruzó cuando iba a buscar el trapo —como la pereza le ganó simplemente agarró la camiseta— y la tendió en el piso para que absorba el líquido que le disgustaba dentro de su casa, en ese momento recordó cuánto odiaba todo lo relacionado con lo ajeno, con lo exterior.

Odiaba que algo exterior irrumpiera dentro de esa casa que guardaba tantos recuerdos de sus padres. Odiaba interactuar con cualquier persona que no fuesen sus padres y, después de su muerte, se convirtió en la persona más asocial de todo el pueblo. Odiaba el hecho de que muchas personas se autoinvitaban a su granja con la intención hipócrita de saber cómo estaba luego del luto. Odiaba toda aquella partícula, viva o inerte, que ingresara a su templo familiar.
Por ello se extrañó enormemente al ver una luz amarilla en su campo de maíz.

ヽSpace Man | ONEWE ∵ YongGu ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora