ƎNO

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-¿Hmm? ~El pequeño Félix escuchó un golpe detrás de él, lo que parecían cantos de ave ahora sonaba más a un chirrido
Se arrastró por el césped tocando cuidadosamente, hasta que llegó al lugar proveniente de aquel llanto que lo alteraba. Palpando con mucho cuidado, sus manos tocaron un pequeño polluelo que cargó entre sus manos, sintiendo el cuerpo débil del animal.
Dejó de escuchar aquél sonido y se alteró aún más, acercó el diminuto cuerpo a su oído y apenas escuchaba una respiración agitada, estaba agonizando. El pequeño se paró rápidamente con sus ojos llenos de lágrimas y comenzó a buscar ayuda. Chocó contra alguien que le provocó regresar un par de pasos, levantó la cara y vió una silueta.
-Podría ayudarme a curarlo por favor ~dijo con desespero, levantando ambas manos que sostenían el ave
-No molestes ~respondió aquella sombra pasando de largo al niño
-Por favor, morirá si no lo ayuda

Aquella sombra detuvo sus pasos y volteó a ver al pequeño, miró sus grandes ojos azules y sus lágrimas correr por sus rojas mejillas,
tomó el polluelo unos segundos y después lo devolvió a las manos del niño
-¿Qué hizo? ~se atrevió a hablar Félix pestañeando un par de veces
-Hice lo que me pediste, ahora vete
-¡NO!, No se mueve ~Félix formó un puchero, las lágrimas amenazaban con volver a salir, escuchó el canto del polluelo nuevamente y sintió removerse entre sus dedos -Oh...
-¿Ya dejarás de llorar? ~preguntó con fastidio la sombra
El pequeño pájaro voló de las manos del menor, cantando nuevamente. -¡Muchas gracias señor! ~dijo mientras limpiaba sus ojos con las mangas de su suéter -Usted es muy bueno~
El niño comenzó a caminar despacio con sus manos hacia delante, llegando a una gran jardinera

-JAJA Señor, usted es muy bueno~ dijo Hyunjin repitiendo el tono del niño
-Cállate ~respondió molesto el pelinegro, observando de lejos al pequeño rubio tocando las flores de la jardinera -¿Acaso no tienes trabajo?
-Sí, pero es aburrido
-Largo ~dijo Changbin moviendo dos de sus dedos
El pelilargo caminó fingiendo falsa indignación, guardando sus manos en sus bolsillos

Mientras se marchaba, volteó a mirar por última vez al pequeño, observando como metía su dedo ahora espinado a su boca.

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-¡Oye, Félix! ~gritaba Jisung empujando más entusiasta su silla
El niño rubio volteó hacia la dirección de aquél llamado, y escuchó un regaño después de eso
-¡Han!, Te he dicho que no debes moverte así de rápido, podrías caer ~dijo el mayor posándose detrás de él, sujetando su silla
-Hyung, te he dicho muchas veces que no pasa nada
-Y yo siempre te digo que no lo hagas y aún así lo haces ~comenzó a empujar lentamente la silla hacia donde estaba el ojiazul -Hola Félix
-Minho hyung, ¿Qué haces aquí, no tienes escuela?
-No, estoy de vacaciones, además tengo que cuidar de alguien que es muy inquieto ~dijo pasando su mano por el cabello de Han
-Puedo cuidar de mi perfectamente solo ~reclamó peinando su cabello
-Yo no creo eso
-Yo tampoco ~respondió Félix con gracia, haciendo enojar a su amigo
-Ay ~se quejó -Félix, mamá me dijo que pronto será mi cumpleaños y traerá mucho comida y dulces que podremos comer
-¿Sólo Félix está invitado? ~hizo la pregunta el mayor, torciendo sus cejas
-Por supuesto que no hyung... Innie también vendrá ~respondió sacando su lengua, comenzaron a discutir mientras Félix sólo reía

-¡Lixie! ~llamó su madre, se acercó a donde se encontraba -bebé te he estado buscando por todos lados
-No me llames así mamá ~dijo avergonzado
-Hannie cariño, tu mamá te está buscando también
-¡Oh, lo olvidé!, tengo terapia hoy
-Yo te llevaré ~dijo Minho sonriente
-Minnie, eres tan dulce ~dijo la madre de Félix
-Es para evitar que se escape a otro lugar
-Yo no me escapo ~dijo el menor comenzando a empujar su silla
-Sí lo haces ~tomó la silla por detrás y comenzó a empujarlo -Nos vemos después Félix ~se despidió Minho antes de cruzar la puerta de cristal con el pequeño en silla de ruedas

-Bebé, ¿Qué has estado haciendo aquí?
-Estaba tocando las flores
-... ¿Por qué no usas tu bastón?
-Puedo guiarme muy bien mamá, además aún puedo ver un poco
Su madre abrazó por la cabeza al pequeño, dejó un beso sobre su cabello -... Vamos pequeño, te harán un par de estudios

Félix sufría de ceguera parcial. Cuando tenía 3 años, podía ver perfectamente bien. Su ceguera fue aumentando conforme avanzaba el tiempo. A los 4 años comenzaba a usar sus primeras gafas. A los 6 su discapacidad visual se volvió grave, su campo de visión era reducido. Sus padres buscaron entre los mejores hospitales que pudieran tratar la ceguera de su hijo, pero solo lograban controlarla. Félix comenzaba a tener clases de braille y utilizar el bastón. Aún así, los especialistas (y sus padres) no perdían la esperanza de poder regresarle su vista.

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-Bien, ¿Qué traes esta vez? ~cuestionó el pelilargo mientras tomaba el sobre amarillo
-Tu especialidad ~respondió con sorna Bang -Sé que te encanta torturar estos tipos ~decía mientras abría la gran puerta metálica -Pedófilo ~finalizó señalando el tipo que se encontraba llorando de rodillas
-Argh, que asco me dan
-Creí que el infierno era un lugar horroroso, hasta que llegas a la Tierra y conoces esta escoria
-Bien, hagamos esto ~Dijo Hyunjin mientras recogía su cabello en una coleta -Debo terminar rápido, el jefe me necesita
-Creo que estar al lado del jefe es la peor tortura que podría existir ~dijo Chris antes de cerrar nuevamente la puerta metálica y dejar a Hyunjin ahí. Caminó por el largo y oscuro pasillo hasta doblar la esquina, escuchó un grito horroroso y su boca formó una sonrisa torcida.

D̶A̶R̶K̶N̶E̶S̶S̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora