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-Narra omnisciente- 

El muchacho cerro su diario y lo escondió en uno de los cajones de su escritorio, no le gustaría que nadie lo leyera. Miró el dibujo que estaba pegado en su pared, estaba contento de que el chico al que se lo pidió hiciera un buen trabajo, de pronto el sonido de notificación de su celular hizo que desviara su mirada hasta el aparto, pero luego la devolvió al dibujo, se acercó a este y con linda letra escribió el nombre que le había designado a la muchacha en la esquina inferior derecha. Todavía era temprano por la mañana, pero por alguna razón la idea de buscar el nombre en redes sociales surcó su mente.

¿Y si hubiera una mínima posibilidad de que ella fuera real? 

Él la tomaría sin duda, se acercó a su celular y velozmente abrió su primera red social escribiendo en su buscador el nombre de la muchacha... no hubo resultados, pero no diría eso de la siguiente, encontró un perfil... era la imagen de la chica, revisó un poco y encontró varia información, vivía en la ciudad vecina y además había conseguido su correo electrónico, pensó en enviarle un mensaje, pero... que le escribiría?  No podía simplemente mandarle un correo diciendo algo tipo "Hey! que tal, te eh visto en mis sueños y me gustaría que nos reuniéramos ya que me llamas mucho la atención" no podría hacer eso, sería incomodo para ambos. Respiró profundamente para calmar su nerviosismo.

¿Esto esta pasando de verdad? ¿Ella es real? ¿Me reconocerá?  

Esas y muchas más eran las preguntas que surcaban la mente del chico poniéndolo en realidad nervioso, pero un flash back lo hizo tranquilizarse.

"¿En realidad existes?

Por favor no respondas... pero si llegase a ser así, te gustaría tener una cita conmigo?"

Lo había escrito, no podría retractarse ahora, estaba seguro de que en su alcancía había el suficiente dinero para un boleto de ida y regreso en tren bala, sería solo una hora y media de viaje. Estaba decidido! el fin de semana iría a buscarla y si no la encontraba le enviaría un correo pidiendo verse, quizás la chica no lo tome como si fuera un acosador o secuestrador y asista, le pediría esa cita como de a lugar.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora