CAPITULO 1

12 0 0
                                    


Hace mucho que me había perdido y esa noche salí a buscarme.

Salí de la casa dando un portazo, no me importó que faltaba poco para la media noche, caminé las calles desoladas con furia mientras un remolino de pensamientos atormentaban mi cabeza como un tornado que arrasa con todo a su paso, había tenía una discusión con mi compañero de vida, Anthony. Últimamente nuestra relación había cambiado, al igual que yo, no es fácil lidiar con el temperamento de una persona completamente diferente a ti. habían días donde ni yo misma me soportaba y tener que aguantarlo se me hacia una tarea de tiempo completo un tanto complicada.

A medida que avanzaba por las calles desoladas de la ciudad me arrepentía de haberme dejado llevar por el impulso y haber salido de la seguridad de mi hogar si es que así puedo decirle, alce la mirada enfocándome en la cantidad de estrellas a penas visibles y tratando de despejar de mi mente malos pensamientos, mi abuela vivía a unas cuantas cuadras, así que mis pies parecían estar en automático mientras se dirigían ahí, a lo lejos pude distinguirlo, Anthony ya me estaba esperando en la calle donde vivía mi abuela, odiaba ser tan predecible, quise dar la vuelta y marcharme lejos, pero el empezó a caminar con velocidad hasta a mi y me abrazo, en su rostro se veía la preocupación que no note en medio de la discusión que habíamos tenido apenas hace unos minutos atrás. 

- Lo siento - susurro en mi oído. - no te quiero perder - repitió las palabras que solía decirme luego de cada discusión. Yo suspire con pesadez sin devolverle el abrazo, me quede estática porque aun tenia rabia. Y él lo notó pero no me soltó. - no vuelvas hacer eso Alaia - reclamó refiriéndose a salir de casa a estas horas. - puede ser muy peligroso, ven vamos hablar - halo de mi mano nuevamente por el camino por donde él había llegado primero que yo y así me dirigí con él nuevamente hasta la casa. sentía que estaba perdida y que tan solo quería encontrarme a mi misma esa noche, pero no lo logré.


***

Al día siguiente me levante temprano como de costumbre para dirigirme al trabajo, no recuerdo en que momento me había quedado dormida anoche y tampoco recordaba en concreto que habíamos hablado, pero seguramente era más de lo mismo, nuestra relación se había enfriado hace mucho y él era el único que no quería verlo, sin embargo, yo le seguía queriendo teníamos tres años de noviazgo y seis meses de compromiso donde habíamos decidido vivir juntos para conocernos mejor antes de la boda, yo lo entendía, la perdida de sus padres fue muy dura y yo fui la única que estuve ahí con el apoyándolo en todo momento, es por eso que lo volvíamos a intentar siempre. Sus padres siempre quisieron vernos juntos y él se aferraba a la idea de que éramos el uno para el otro y que yo era lo único que é tenia. Amaba a Anthony, pero sentía que lo nuestro se estaba volviendo un tanto toxico.

Me metía a la ducha tratando de pensar en otra cosa y luego de lavar mi cuerpo decidí vestirme lo más elegante  y sencilla posible, falda de tubo color piel hasta las rodillas, tacones negros y una camisa ceñida al cuerpo con escote en V del mismo color del calzado.

***

Llegué a mi lugar de trabajo, mi segundo hogar si así podría llamarlo, amaba tener el oficio como secretaria encargada de la administración y el personal, deje mis cosas sobre el escritorio y encendí el portátil para empezar con mis deberes, tenia tantas llamadas por hacer que no sabia por donde empezar.

- Alaia - saludó Micaela, una de mis compañeras de trabajo, hay un chico que se confundió y ésta en mi oficina preguntando por el nuevo puesto - me informó.


- oh si, el nuevo - afirme recordando que había un puesto disponible como vigilante y que debía de entrevistarlo hoy - hazlo venir hasta aquí por favor, disculpa la molestia Micaela.

Ella asintió con una sonrisa amable mientras salía del lugar dejando la puerta entre abierta, a los pocos minutos entró un chico moreno, su olor era embriagador sus ojos penetrantes, su buen porte escondido tras su camisa, me miro indeciso y luego cuando por fin logre concentrarme salude cordialmente, no podía negar que era un hombre atractivo, con buen aspecto para ser un simple vigilante.

- buen día - salude tratando de disimular mi interés y mi descaro al mirarlo.

- buenos días señorita - saludó serio y por un momento me arrepentí de haber olvidado mi ética profesional.

- ¿Cómo te llamas? - cuestioné un poco más informal para trata que él olvidara sus nervios.

- Elianth - dijo sonriendo. noté como un hoyuelo se formaba en una de sus mejillas. eso me derritió.

- ¿Tienes esposa e hijos? - era una pregunta poco habitual a la que tenia autorización.

- Si, tengo esposa y un hijo pequeño - dijo seguro.

Por un momento y sin razón alguna esa respuesta me entristeció.

- de acuerdo - contesté un poco más seria - empiezas desde mañana - dije para que la entrevista no se alargara más de lo debido, después de todo ya había visto su currículo.

- gracias señorita - contesto emocionado y nervioso - siempre estaré en deuda con usted - me dijo amable dedicándome otra sonrisa antes de salir de la oficina. sonrisa que se quedó rondando en mi cabeza el resto de la tarde.








JUEGO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora