──── ‧ ‹ 0 › ‧ ────

280 29 9
                                    

Si hace dos años me hubiesen dicho que conocería a alguien que cambiaría mi mundo entero, me sería imposible creerle. Cuando miro atrás y veo la persona en la que me convertí en tan poco tiempo, me sorprendo y me alegro.

Han pasado dos años desde que conocí a Saeran, el hermano gemelo de mi mejor amigo. Desde que lo conocí, mi vida dio un giro de 180°. Claro que, al principio no nos llevábamos nada bien. No por mí, ya que traté de acercarme a él por todos los medios, aunque no puedo culparlo. La situación era difícil, y sigue siéndolo.

Después de que descubriéramos todo lo que pasaba alrededor de la secta, las cosas se pusieron difíciles para la RFA. Hasta hace seis meses, Zen y yo desconocíamos al 100% todo lo que ocurrió. Saeyoung le dijo todo a Zen y Saeran se encargó de decírmelo a mí.

Aún recuerdo su cuerpo tembloroso mientras lo contaba, admitió estar nervioso y asustado de que lo odiara... nunca podría. En ese entonces, teníamos 8 meses de estar juntos como pareja, desde ese día nuestra unión es más profunda.

Actualmente, estamos juntos desde hace 1 año y dos meses.

Me encanta la relación que tenemos, cada vez somos más cercanos y conocemos prácticamente todo el uno del otro... o eso creía.

¿De verdad no sabes cuál es la comida favorita de tu novio?

N-No...— Admití, derrotado.

Estaba en la tediosa clase de geografía, uno de mis amigos me había estado haciendo preguntas acerca de mi relación.

Vaya, no es que sea algo malo, pero... ¿llevan más de un año y no lo sabes? —Llevó su mano a la barbilla —, No quiero asustarte, pero cualquier persona se enojaría por eso— Sentí como si me hubiesen apuñalado.

¡Los del fondo, guarden silencio!

Así terminó nuestra charla, no pude sacar de mi cabeza lo que me había dicho mi amigo. Me sentí decepcionado de mí mismo, creía saber todo de mi chico, pero no era así.

Prácticamente regresé a casa como zombie, me habían arrancado un trozo de mi alma, la habían aporreado, tragado, vomitado y me lo habían devuelto.

Entré a mi pequeño departamento y me tiré a la cama. ¿Cómo se me había escapado algo tan importante?

«Soy idiota...» ¿Cómo podría solucionarlo?

¿Debería preguntarle?

Pensé en la posible conversación que podríamos tener, probablemente entristecerá y fingirá que no pasa nada. Descartado totalmente.

Maldita sea—Tomé mi teléfono y lo lancé hacia mi izquierda.

Como por arte de magia (o tal vez no), de la funda de mi teléfono salió una tarjeta que me había dado Saeyoung hace unos meses, para seguir promocionando su tienda de juguetes. La tomé entre mis manos, era una tarjeta roja, muy colorida. Tenía el logo de Saeyoung, unos lentes amarillos con algunos detalles en rojo. Tenía su número de teléfono. Sin pensarlo, lo llamé.

Esperé algunos segundos, hasta que por fin respondió.

¡Defensor de la justicia, Seven Zero Seven! — Como siempre, igual de ruidoso. No pude evitar reír.

Sev-Saeyoung, necesito tu ayuda...

¿Ohhh? Ha llegado mi momento, ¿tienes algún problema en la universidad? ¿matemáticas, informática, LOL, o tal vez... necesitas la última edición de mi gato robot alfa 2.0 100% real no fake? — Hablaba tan rápido que no logré entenderlo totalmente.

¿Su comida... favorita?  ‧  YooranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora