Notas para Sara Donnet.

Capítulo III: ¡Ya deja de mirarme!

[Sara]

Hola Princesa.

Si, ya se que a lo mejor no te gustan los apodos, pero es que tú eres eso, una princesa.

El arte más bonito y que como lo sé.

Querida Sara, es que desde el gesto más mínimo, hasta el ademán más tierno y la risa más contagiosa y alegre que tienes, te hacen ser perfecta, te hacen ser una princesa.

Tus hermosos ojos color Amber-miel, son tan perfectos, tan cálidos.

Que yo jamás, jamás me cansaría de verlos, al contrario sentiría una inmensa paz, al mirarlos.

Tu hermoso cabello ondulado, parece el de una princesa, resalta tus ojos y no solo eso, sino que también te hace ver segura.

Podría pasarme toda la vida diciéndote lo hermosa que eres y perfecta que eres, pero sería muy aburrido, así que prefiero decirte lo importante y valiosa que eres.

Con amor yo.

Pd: Te quiero Sara.

Cuando la terminé de leer, vi que tenía una estúpida sonrisa en mi rostro, que aunque la tratará de ocultar, se notaba de una forma u otra.

Entré al salón de clases, ya que comenzaría la primera clase.

Como siempre la rara, se me quedaba viendo, me daba miedo, ya se que quiere ser como yo, pero enserio se tiene que quedar mirándo así.

Bueno como sea.

[•••]

– Que tú novia la rara, se nos queda viendo.– dijo Zoé mientras tomaba asiento con nosotros.

– No es mi novia, deja de molestar.– Zoé solamente se rió.

– Pues parece tú novia, todo el tiempo se te queda mirando, parece tú sombra.– llevo un pedazo de su ensalada de frutas, a su boca – Yo digo que la invites a salir, harían bonita pareja.– le aventé una bola de papel, que hice con una servilleta y ella más se rió – No saldrías embarazada, mirá el lado positivo.– dijo y negué.

– Que no porque, a ti te gusten las chicas, significa que a todos también.– negó.

– a mi me gustan las chicas, a ti te gusta Alana Bernard, no las chicas.– le mostré mi dedo de en medio y ella hizo lo mismo, solo que al final levantó el dedo índice y hizo señas – ese dedo, será el que más adelante preferidas.– en ese momento llegó Teo.

– ¿Ahora por qué, pelean?.– pregunto.

– Sara, la lesbiana de clóset y no lo acepta.– dijo Zoé comiendo.

– No sabía que te gustaban las mujeres, ahora entiendo porque no duras te con Arin.– dijo Teo comiendo pan – yo pensé que era porque la tenía pequeña.– Zoé escupió el agua – pero no, resulta que es porque te gusta dar y recibir.– Zoé se estaba ahogando con el agua.

– Yo no le veo cara de ser activa, más bien parece pasiva, pasiva.– dijo Zoé, cuando se dejó de ahogar – Y nada más le gusta recibir de Bernard.– dijo y Teo me miró sorprendido.

– Con razón, dicen que las calladas, las serías y las bajitas, son más dominantes en la cama.– tomo su té – Solamente eso sí, tienen que tener cuidado, cómprate condones para los dedos.– dijo y yo estaba más harta que nada.

– A poco los dedos embaraz...– la interrumpí

– ¡Ya basta! ¡Los dos!.– varios nos voltearon a ver – No soy lesbiana.– tome mis cosas y antes de irme Zoé dijo.