PRÓLOGO

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- Necesitamos irnos, si nos encuentran la mataran - exclamo mi hermana un poco asustada

- No puedo dejarle, es mi hija -le dije con lagrimas en los ojos

- Artemis escúchame - me cogio de los hombros- es la única manera de salvarla, no puedes llevarla contigo, te encontrarán y ella pagara las consecuencias de tus errores- señalando a mi pequeña

Ella fue producto de algo que nunca debió de pasar, el era un vampiro el más temido de todos, y yo era esposa del Alpha el segundo más temido de este mundo, fue un desliz de una noche, cuando le vi a esos ojos oscuros, me di cuenta que es el, mi alma gemela.

Mi padre me obligo a casarme a los 16 años, nunca ame a Victor, le di dos hermosos hijos, pero nunca hubo amor y el lo sabía, pero amaba a mis hijos, eran sangre de mi sangre, sin embargo su odio hacia mi creció, cuando descubrio me entrege en alma y cuerpo a James, y que esperaba a un bebe, fruto de ese amor prohibido.

James supo que estaba embarazada,el intento protegernos, pero le hicieron una emboscada y tardaría mucho en recuperarse, así que tome una decisión sin que el pudiera aceptarla, y me alejaría por completo de el, puesto que no permitirían que le hagan más daño, no por mi culpa.

Los celos y el odio de Victor eran enormes, el espero que mi pequeña naciera, para matarle y así yo sintiera el dolor que el sintió cuando le engañe, cuando el vio la marca de mi cuello no tuve más remedio que escapar, y dejar a mi pequeña de apenas una semana de nacida, en brazos de una desconocida para mi, y conocida para mi hermana.

Ella me ayudo a escapar, ella sabia que mi hija traería la paz, al ser fruto de una union que no debia de existor tuve que ocultar sus poderes, ella era más poderosa que todos nosotros juntos, quedaría como una simple humana, recuperaría todos sus poderes cuando sienta que esta lista, su aura emana demasiado poder, hasta eso me tendré que mantener alejada de mi pequeña Sara.

- Esta bien - susurre, aun con lagrimas en los ojos

- Martha, estamos aquí- toco la puerta de la cabaña, y abrió una joven.

- Pasen les estuve esperando- dijo ella

- Es ella -le entrege a mi hija - por favor cuídala, ella es mi vida, si algo le pasa yo moriré

- Esta bien, no se preocupe mi reina, are todo lo que esta a mi alcance para que ella sea feliz, aunque viviendo su vida como humana será un poco difícil.

-Lo se, pero es lo mejor, ella sera una niña muy lista, y ella sabrá arreglárselas.

- Cuídala si algo le pasa te matare a ti y a todos los de tu familia, y sabes que cumplo - dijo mi hermana un tono tranquilo, que hasta me dio escalofríos

-Lo se mi señora, no se preocupe, me iré de esta manada - me quede en blanco, hasta que reaccione

-No, te quedaras aquí, no permitiré que te vayas, no con mi hija - el plan era dejarle a mi hija, más no que ella se fuera de la manada, no podía permitirlo.

- El las encontrará si de quedan - hablo mi hermana - Victor no descansara hasta matar a tu hija, por eso ella se ira a vivir como humana - me sorprendió, me esperaba mucho, pero no que mi hija viviese con esa especie, no los odio, pero evidentemente no son la mejor raza.

No pude decir nada, el dolor de perderla me estaba matando por dentro.

- Se irán ahora, el esta cerca, puedo sentirlo, vamonos, seremos su distracción -dijo mi hermana

Le di un beso a mi pequeña poniéndole una cadena de media luna que me dio su padre James, y salí de ahí, ella estaba dormida, esta seria la última vez que le vería en mucho tiempo.

- Cuidale y cuídate- dijo mi hermana, haciendo referencia a Martha y a mi pequeña Sara, y sin decir más nos fuimos.

THE LAST KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora