CAPÍTULO 2

75 8 1
                                    

Hay que ser honestos en la vida, y debo de admitir que el pueblo es demasiado hermoso, tiene todo y a la vez nada, además de que es super alejado de la ciudad, y que hace un frío fatal, el paisaje no es nada mal.

Ha pasado exactamente un mes desde que llegamos, Amaris y yo estamos un poco fastidiadas.

En el mes que estamos aquí, la mayoría de las personas nos veían con un poco de desprecio, llegaba a ser un poco molesto.

Mañana empiezan las clases, y ya habíamos adquirido los útiles que íbamos a utilizar, aunque no tenemos que usar uniformes, lo cual es fantástico.

Nos hemos divertido demasiado, no tenemos padres que nos prohíban las cosas, pero de cierto modo nos hacían mucha falta.

Cuando tenemos hambre siempre vamos a una cafetería, aunque al principio no nos quisieron atender, por que pensaron que eramos unas bagabundas, que ilógico, les mostramos nuestras tarjetas de identificación y aceptaron.

- Te imaginas que tan grande sea - hablo Amaris emocionada.

Ella ha sido mi mejor amiga por vida, las dos nos hemos refugiado en la otra cuando algo malo nos pasa, es una conexión, daría mi vida por ella y se que ella también daría la suya por mi.

- Seguro que debe de ser lindo- le respondí con una sonrisa.

- Vamos a dormir mañana no quería que nos vean con ojeras - me hablo

- Son las 8 no....- siempre me interrumpe.

- No, ahora a la cama - dijo seria

- Si señora - le respondí, era divertido estar con ella.

Le hice caso, y si me fui a la cama, ella tiene 18 años y yo cumpliré los míos en 3 meses, festejaremos solo las dos, por que a mi familia solo le falto decir "te prohíbo que vuelvas" así que nada.

****************

- Vamos princesa despierta - me grito

- Sabes que lo odio verdad - le mire desafiante

- Nada de escusas apura, es nuestro primer día, no quiero llegar tarde por tu culpa - hablo

- Vamos en carro así que relájate-

Nuestros padres habían adquirido un carro para las dos, con la escusa de que si una va a un lugar pues la otra también.

************

Llegamos al instituto y realmente era grande, se veía como una antigüedad bien cuidada.

Amaris llevaba puesta un vestido de flores suelto, y unos zapatos de muñeca, la combinación perfecta pensé, realmente resaltaba sus curvas, su cabellos rubio y sus ojos color café.

A diferencia de ella, yo llevaba puesta un pantalón de cadera negro y un buso blanco con una chaqueta ploma, y unas botas de taco negro, siempre me vestía así, demasiado elegante para mi gusto.

Ni bien dimos un paso todas las miradas cayeron sobre mi, y no eran las típicas miradas de sorpresa, si no miradas de que si pudieran nos hubieran matado.

Todos empezaron a taparse la nariz, que estupidez, no enserió que les pasa.

- Te dije que era buena idea venir acá, pues me retracto- hablo Amaris un poco nerviosa gracias a las miradas de los chicxs de aquí.

- Al menos tenemos atención- intente relajarle.

- Si pero vez como nos ven, no quiero vamos de vuelta...

- No, podemos hacerlo, vamos, ellos no nos van a intimidar.

Todos nos quitaron la mirada y veían a la entrada, nosotras habías avanzado ya unos cuantos paso más.

Al ver la cara de sorpresa en las caras de los estudiantes, decidimos darnos la vuelta y vimos como un grupo de chicos con tres chicas se acercaban, todos agachaban la cabeza, en ningún momento alguien alzo la mirada, que de supone que estan haciendo, su entrada nos dejó a Amaris y a mi congeladas, eran demasiado intimidantes.

El chico del medio del grupo alzo la mirada hacia mi, hicimos contacto, y sentí que mi corazón quería salirse del pecho, y mi temperatura empezaba a subir, que se supone que me estaba pasando, nunca la había visto, entonces por que mi cuerpo reacciona así.

- Estas bien, te pusiste pálida- hablo Amaris, rompiendo nuestra batalla de miradas.

- Si, no, me siento un poco mariada, siento que....- y caí en brazos de Amaris todavía consciente pero perdí la movilidad de mi cuerpo.

- Qué pasa, tomaste tu medicamento- me preguntó.

De pronto todas las miradas cayeron sobre nosotras de nuevo.

- Yo - me fije que el chico con el que había echo contacto visual se había acercado un poco- o vamos, es el primer día y ya somos el centro de atención- le sonreí a ella y no vi más.

THE LAST KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora