Jonathan llego a la casa con una caja de crayones que le habían regalado. Llego de la escuela muy contento, con apenas cinco años sabia dibujar muy bien lo que había a su alrededor. Luego de cambiarse de ropa busco algunas hojas de dibujo y fue a la mesa.
Jonathan dibujo cosas que a él le gustaban mucho como: autos, caballos, perros, gatos luego se los mostró a su madre, ella lo felicito por los dibujos. Al llegar la noche Jonathan quiso enseñarle los dibujos a su padre.
Pero había llegado tan borracho que tiro los dibujos del niño sin tener el más mínimo interés. Tenía tanto coraje que el niño lo importunase con estúpidos dibujos que comenzó a golpear al muchacho, la madre de Jonathan tuvo que interponerse para que desistiese de golpearlo.
Jonathan corrió a su habitación y se encerró.
-Papa no, nos quiere decía el muchacho mientras lloraba en su cuarto.
Jonathan decidió dormir, aunque le fue un poco difícil pues escuchaban los gritos de su madre que era aporreada por su padre en la otra habitación. Para sacar su frustración empezó a dibujar. En su tristeza comenzó a dibujar algunas arañas era tan horrendas con grandes ojos y patas finas como agujas que hasta el mismo Jonathan empezó a espantarse fue tanto su temor que termino rompiendo los dibujos.
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En la madrugada un grito levanto a Jonathan era su padre un dolor lo había levantado. La mamá de Jonathan tuvo que salir de urgencia al hospital y dejar al niño con alguna vecina .Roberto el padre de Jonathan había sido mordido por algún animal el cual no podían identificar, pero por las mordeduras los doctores dedujeron que era de alguna clase de araña, las piernas de Roberto parecían de color rojizo como si tuviese alguna irritación en la piel.
Tal vez mientras estaba tomando en aquella vieja cantina mugrienta donde pasaba con sus amigos casi todos los días, algún bicho le abría picado pero no sintió el dolor hasta que algunas horas transcurrieron. En la mañana el padre de Jonathan había salido del hospital, ahora la familia estaba de nuevo en casa. Jonathan miraba a su padre acostado en el sofá mientras su madre preparaba la cena, saco algunas hojas y empezó de nuevo a dibujar.
Dibujo un bosquecillo similar al que había en la parte trasera de su casa, lleno de árboles, aves y un pequeño río. El niño le enseño el nuevo dibujo a su madre.
-Mira mama he dibujado el bosque, con un hermoso río y pájaros
La madre sonrió al ver el dibujo de su pequeño.
- tienes mucha imaginación Jonathan. Esta muy bonito, luego le dio un beso en la frente y siguió preparando la cena.
- ¡Alicia dame una cerveza! - grito el padre mientras miraba de reojo el dibujo del niño
- ¿Qué es eso Jonathan? hay solo veo rayones y algunos garabatos.
- ¡Alicia dame una cerveza! replico una vez más. - eres una idiota. -Solo a ti se te ocurre elogiar las tonterías que dibuja tu hijo.
-No hay Roberto, olvidaste que medico te prohibió beber.- respondió la mujer
-Entonces me largo ...
El padre de Jonathan salió de casa malhumorado, no sin antes descargar su puño sobre el rostro de su mujer ante su negativa.
El niño se disgustó tanto que empezó a dibujar nuevamente, dibujo aquel bosquecillo pero esta vez dibujo unas aves negras atacando a un hombre que flotaba en el río luego rompió la hoja y la desecho a la basura.
En la mañana un policía golpeaba la puerta. Roberto había muerto lo habían encontrado flotando en el río, en su cuerpo había marcas de picotazos de cuervos pero no entendía que había pasado. Varias personas lo vieron tomando en la cantina del gordo José.
Jonathan miro sorprendido a su madre, sabía que ahora estarían solos y se habían liberado de aquel hombre que los maltrataba y golpeaba. Jonathan pensó tirar los crayones a la basura cuando una anciana se asomó por la ventana.
-Te dije que eran mágicos y que te podían ayudar, solo necesitaban algo de imaginación...
