El deseo de Anabel

14 1 0
                                    

Anabel estaba muy contenta festejaría su cumpleaños número siete con todos sus amiguitos de la escuela todo sería perfecto. Su mama había hecho la fiesta temática de princesas, llevaba su vestido rosa y su corona de princesa, solo faltaba que llegara su padre para que la fiesta este completa. Partiría la torta se tomaría fotos con sus amigas todo seria especial. Pero pasaron las horas y su padre no llegaba.

Como siempre su padre era un hombre muy ocupado tal vez estaba en alguna reunión de trabajo o quizás concluyendo algún proyecto. El había prometido llegar a tiempo así que Anabel llamo a la oficina de su padre.:

-¡hola papa

-¿qué pasa? ¿Qué quieres? Se escuchaba del otro lado de la línea.

-¿papa a qué hora vienes? ya casi es hora de partir el pastel -la voz de Anabel se escuchaba algo tímida

-ahora no-contesto el papa algo irritado y colgó el teléfono.

Anabel sentía que su corazón se salía un dolor la llenaba, solo pedía un día en familia y ser feliz pero su padre vivía enfrascado en su trabajo. La madre de Anabel se apresuro a buscarla en su habitación, la niña estaba devastada y con su carita llena de lagrimas. La madre trato de tranquilizarla hacerle entender que su padre la quería. 

Anabel se limpio las lagrimas y fue al baño lavarse el rostro. Luego salió al salón donde todos los invitados la esperaban para cantarle el "feliz cumpleaños" .

Entre oscuridad, aplausos y cantos Anabel creyó ver a un anciano con vestimentas negras y un sombrero el cual no permitía ver su rostro entre los presentes.

-no te olvides de pedir un deseo -fue lo que imagino le decía- el anciano.- ¡hoy es tu cumpleaños!

La niña pensó que tal aquel hombre seria su ángel así que no dudo en pedir su deseo: Que su padre pueda estar con ella siempre y ser siempre feliz. 

El anciano que se encontraba en la parte de atrás -se sonrió- espero que tal vez no te arrepientas.

-pero la niña volvió a repetir su deseo "quiero ser feliz". 

El viejo desapareció al encenderse las luces y una llamada interrumpió la fiesta era la policía el padre de Anabel había sufrido un accidente. La fiesta tuvo que ser cancelada y la madre de Anabel tuvo que ir de inmediato al hospital. El padre de Anabel había salido del trabajo pero su auto tuvo una falla mecánica. Lamentablemente los frenos del carro habían fallado provocando un choque frontal con otro vehículo. Anabel ahora lloraba desconsoladamente no podía creer que su padre había muerto.

Después del entierro de su padre Anabel comenzó a sentir que alguien la acompañaba en la habitación una sombra oscura vivía con ella. Se levanto a media noche sintió las ganas de ir al baño cuando regreso a la habitación vio un hombre sentado en la cabecera de su cama.

-¿Papa eres? tu pregunto la niña

-Si contesto el hombre.

-Ahora estaremos siempre juntos hija mía

Pasaron los días y Anabel era feliz jugaba con su padre todos los días. La mama comenzó a notar Anabel algo extraña, en la oscuridad de su habitación jugaba y hablaba sola. Así que decidió preguntarle a la niña que le pasaba. 

La pequeña de una manera tan natural le contesto a su madre que jugaba con su padre. La madre al oír esto la envió a la habitación castigada. Anabel le contó a su padre lo que había sucedido:

-Papa, mamá me ha castigado.

 Ella sabe que yo no miento y me ha castigado- la cara de Anabel estaba roja, estaba molesta con su madre.

-No te preocupes continuo el papa. Lo que pasa es que tu mama nos tiene envidia. 

Sabe que nadie nos podrá separar.- el rostro del hombre cambio estaba enojado.

-lo que debes hacer es portarte mal y no hacer caso a mama.

Anabel siguió el consejo del padre, dejo de ser una niña buena y obediente. Dejo de jugar con sus amigas se convirtió en una niña aislada y problemática. Se comenzó a decir a si misma que solo quería ser feliz.

-¿Quieres ser feliz? le pregunto su padre una noche

-Si.. contesto la pequeña-Entonces asesina a mama, ella no te permite ser feliz.

Anabel cogió un cuchillo de la cocina y entro a la habitación de su madre, mientras ella dormía. Anabel empuño el cuchillo y lo clavo varias veces en la espalda de su madre. La habitación se lleno de sangre así como el rostro, el vestido y las manos de la pequeña. 

Anabel volvió como si nada a su habitación quería contarle a su papa que ahora era feliz, pero se llevo una gran sorpresa, en su habitación estaba aquel anciano vestido de negro que vio en su cumpleaños.

-¿Donde esta mi papa? ¿Qué hace usted aquí?

-no te acuerdas de mi soy aquel demonio llamaste para cumplir tu deseo.

Anabel miro sus manos llenas de sangre, no había caído en cuenta de lo que había hecho hasta ahora. En su habitación en una esquina estaba el cadavérico, hediondo y lleno de gusanos cuerpo de su padre oculto entre algunas muñecas y peluches.

-yo te ayude a que tu padre este contigo y que tu mama te dejara ser feliz.

-no.. no... yo no los mate la niña lloraba y temblaba

-ahora eres feliz Anabel. El demonio se reí de ella...Ahora tus deseos se habían cumplido.... tu padre siempre estará contigo, ahora ya debes ser feliz.

Historias de terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora