Una vez que nos sentimos atraídos por una persona hacemos todo lo posible por volvernos a encontrar con él o ella, inventando en ocasiones las excusas más obvias o absurdas. Si tras varios encuentros nos damos cuenta que nuestra primera impresión no era certera, es momento que cupido se ponga a trabajar y nos clava la flecha del amor (hablando un poco cursis ¿no?)