Confesión

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-Con que aquí estaban...

-¿Nos buscabas? -Pregunta Jessica con tono divertido.

-Bueno, vi que se iban juntas así que...

-Supusiste que estaríamos aquí...- Dije completando la oración.

-Sí...- Dijo mientras mostraba una sonrisa despreocupada.

El silencio era demasiado incómodo. Aproximadamente nos quedamos un minuto mirándonos las caras entre todos. Entonces, Jessica habló.

-¿Saben qué? Volveré en un momento.-Dijo Jess con una expresión que no pude descifrar.

-Está bien-respondimos los 2 al unísono.

Habían pasado 2 minutos desde que Jessica se fue. 2 minutos en los que ninguno dijo nada. No me malinterpreten, el silencio no era incomodo, pero, desafortunadamente, tampoco era cómodo. Pero bueno, alguno de los dos terminaría por romper este silencio. Así que, decidí hablar. 

-Sabes, creo que Jess no volverá...

-Sí, ella solo quería que nos quedásemos solos.- Dijo sin ningún dejo de vergüenza, mientras seguro yo me estaba sonrojando más que un semáforo y tomate juntos.

Si ya el silencio es demasiado incomodo, no imagino cómo será después de decirle lo que siento. Bueno, es ahora o nunca...

-C-Caleb...- no puedo creer lo que estoy a punto de hacer.

-¿Si?

-Yo... Creo que... Siento algo por ti...- Lo último lo dije un poco más bajo, pero igual fue suficientemente audible. 

Ahí va, lo dije y se me quedó viendo. Quería romper el hielo de cualquier forma, pero ¿Cuál es la peor manera de hacer eso? Pues...

-¿Estoy sonrojada? -Soy una estúpida.

-No...- Me respondió con frialdad.

-Estoy roja ¿Verdad? -¿Por qué la desesperación de saber si estas roja Kayla? Es obvio que sí.

-¡No! -Respondió más fuerte esta vez.

Me miró a los ojos y respondió algo que no me esperaba.

-Tú... También me gustas...

No sé en que momento nos empezamos a acercar. Sus pupilas dilatadas me recordaron a las de un gato en la noche, que fijan su objetivo antes de abalanzarse sobre este. Y eso fue lo que hizo, fijó sus ojos en mis labios y ,de un momento a otro, sus labios tocaron los míos en un beso dulce y tierno. 

No podía creer lo que estaba pasando. Mi primer beso, con la persona que me gustaba. Pero, como siempre, todo lo bueno tiene su final porque justo en ese momento mi hermana me llamó.

-Kayla!!! Ya nos vamos!!! Baja!!!

-Ya voy!!!-le respondí un tanto desinteresada.

-Suspiré-Creo que es tiempo de decir adiós-dije con una sonrisa un poco triste.

-Al parecer sí-respondió con la misma sonrisa.

Cuando me acerqué a darle un beso en la mejilla, me sorprendió dándome un beso en los labios otra vez.

-Ahora sí, adiós...-respondí un tanto impactada por su acción.

-Adiós...-dijo en tono divertido y me fui.

Bajé las escaleras y me reuní con mi familia. Me dijeron que una vez que la familia de Caleb vuelva a la ciudad vendrían a la casa para visitarnos. Así que, está de más decir que estaba feliz. Cuando volvimos al hotel a dormir, me fui con una sonrisa de oreja a oreja, porque esa fue la mejor noche que pude haber tenido.


Nota de autor:

Ya lo sé, está muy cursi. Esta historia está basada en un sueño que tuve con un antiguo crush. Aunque lo admito, tuve que ver como continuarlo porque justo me desperté en el momento del beso. Espero que les haya gustado




La noche que dije que me gustabasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora