Hasta que tú boda nos separe || Kookmin

||Tres 🐚

Resubida

Pasadas las 6:00pm Jungkook salia de la empresa acompañado de Lalisa, la peliroja solo lo acompañaba hasta la parada de buses y luego ambos tomaban rutas opuestas para volver a sus hogares. El pelinegro tenía la cabeza llena de dudas y también un poco de preocupación ya que hablaron mucho mejor del tema con su jefe y les había dicho que hacer la mano de obra de la base del gran edificio podría ser solo tres meses o extenderse a cinco meses, bueno eso ya era mucho más tiempo dejando a su hijo solo en Seúl.

— Hey Jungkook... — llamo Lisa al distraido pelinegro.

— ¿Que paso?

— Deja de pensar tanto, se te va a fundir el cerebro. —sonrio ella cuando el mencionado lo hizo por igual.

— Esque es una decisión difícil para mí Liss, osea no quiero dejar tanto tiempo solo a Mimi, además de que no se que diga Jiminie, el es muy comprensivo pero necesita de mi para cuidarlo. —suspiro derrotado, no quería dejarle todo el peso de cuidar a MinGuk solo a Jimin, el también trabajaba e hiba a su academia.

— Bueno hay muchos puntos allí. Pero también está tu propio crecimiento laboral Kook, solo serán unos meses, no es como si estarías dejando a Jimin con el bebé por siempre, además con este nuevo sueldo podrás darle una vida mucho más comoda. — dijo la chica mirándolo sería.
— Estoy casi segura que Jimin entenderá.

— Siento que es un poco egoísta querer dejar a Jimin solo con toda la responsabilidad de MinGuk — hablo mirándola con el ceño fruncido.

— Bueno viendolo de esa manera si lo es, mejor habla con Jimin, solo te diré que es una gran oportunidad. — dijo ya resignada, tampoco quería decir algo al respecto, ella solo conocía al pelirosa de vista pero nada más, no sabía que pensaría al respecto de todo.

— Si... Yo solo quiero que el logré entender que esto es algo importante para mí —dijo por último caminando a lado de la peliroja, quien solo se dedico a animarlo durante su camino hasta la estación de buses.

Ambos chicos se despidieron yendose cada uno por su propio lado, el pelinegro suspiro cansado y estresado de tanto pensar en la misma cosa, No quería dejar a su hijo, tanto como a su bebé, Jungkook también estaba demasiado acostumbrado a su hijo. Pero también allí estaba la oportunidad única que tenía sobre su trabajo, el quería ir y demostrar sus habilidades por las cuales se había esforzado tanto por cinco años en la universidad.

Bajo del bus cuando llego a su destino, estába aún poco ansioso de ver a su hijo y a Jimin, eran lo mejor que le había pasado en la vida y verlos era como su dosis diaria de felicidad. Apesar de las circunstancias en la que ambos estaban como pareja, Jungkook los amaba.

Llegó a la pequeña casita con un bonito jardín adornando la entrada, su antiguo hogar, suspiro con un deje de tristeza, extrañaba estar a lado de Jimin, lo miro extrañaba demasiado.

Tocó la puerta un par de veces esperando pacientemente a que Jimin atendiera, era tarde, seguro su pequeño Minguk yacia dormido, pues dormía sus merecidas 12horas como era debido.

Unos pasos rápidos se escucharon de adentro. — ¡Ya voy!

Sonrió imaginandolo correr adorablemente, entonces el rostro de Jimin fue revelado, una sonrisa se formó en sus labios.

— Hola Kookie, pensé que hoy no podrias venir, pero pasa, pasa —se hizo a un lado y dejo pasar al pelinegro, quien solo saludo y se encamino a la sala.

— No pude venir, me quede hasta muy tarde en el trabajo, lo siento.

— No importa, Minguk te extraño pero lo supe distraer muy bien, ahora duerme tranquilamente, ese pequeño niño es una bolita de ternura. —dijo entre sonrisas, su hijo era su todo.