Capítulo 1

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POV Rick
Un día más en este hospital, lo peor que le puede pasar a un padre o a una madre es ver a su hija postrada en una cama de hospital con esa maldita enfermedad, que poco a poco me la está quitando.

Estaba deseando que apareciera un donante para poder salvarle la vida a mi niña. Necesitaba verla otra vez correr, saltar, reír... Etc. Es muy duro verla así, la pobre ya está cansada del hospital y no poder jugar como siempre.

Estaba en el sofá de siempre mientras la veía colorear en su libro cuando entro su doctora.

– hola Rick — le sonreí y se acercó a mi hija — ¿como te sientes hoy pequeña?

– como siempre, quiero irme a mi casa y jugar con mis amigos — la doctora se sentó a su lado acariciándole la cabeza.

– Pequeña, sabes que eso no es posible... Tienes que estar aquí para que te podamos cuidar — mi hija se cruzó de brazos agachando la cabeza.

En el momento en el que la doctora iba a volver hablar llamaron a la puerta y se abrió dejando ver a una hermosa mujer.

– Katie, ¿hija que haces aquí? — la doctora se levantó de la cama acercándose a la chica.

POV Kate

Cuando entre en la habitación en la que estaba mi madre con su paciente me fijo que en la cama ahí una niña la cual parece enfadada y a unos metros un hombre de pie.

– He venido a hablar contigo pero como no estabas en tu despacho he preguntado dónde te podía encontrar.

– A ocurrido algo? — mi madre me estaba hablando pero yo solo podía mirar a esa niña — Katie, te estoy hablando.

– Perdona, que decías?

– Que si a ocurrido algo? — la mire de nuevo y negué.

– tengo un caso y vengo a preguntarte algo para ver si me puedes ayudar.

– Claro cielo, solo espera un momento — asentí y se giró para mirar a ese hombre y a la niña — hoy no va a recibir quimio, vamos a dejarla descansar unos días y vamos a dejarla comer algún chocolate o galleta para que se anime un poco.

Al escuchar a mi madre decir eso, meto la mano en mi bolso y saco una chocolatina y me acerco a la niña con una sonrisa.

– Hola pequeña, me llamo Kate ¿y tú? — la niña levantó la cabeza mirándome.

– Alexis — la pequeña no dejaba de mirarme al igual que el resto de personas de la habitación.

– tengo una chocolatina aquí pero solo te la doy con una condición — le dije mostrándose la.

– Que condición?

– Que me dejes ver tu sonrisa, yo sé que mi madre puede ser un poco pesada — le guiñe un ojo haciéndola reír — pero es mejor soportarla con una sonrisa y con un poco de chocolate.

La pequeña miro a mi madre con una sonrisa y luego me miro riéndose.

– Tienes razón, es muy pesada — dijo riéndose y me uni a su risa.

– Ahora que te veo reír te mereces el chocolate — se lo di y después deje un beso en su mejilla — espero que te guste, disfrútalo.

Me levanté de la cama mirando a mi madre con una sonrisa traviesa.

– Ya hablaremos tu y yo de lo pesada que soy.

– Vale mamá — le guiñe un ojo a Alexis sonriendo mientras salía de la habitación con mi madre.

– Aunque pesada? — la mire riéndome.

– Vamos mamá, tenía que hacer algo para que esa niña se riera un poco.

– Solo por eso te perdono, esa pobre niña lleva mucho sin hacerlo.

– Que es lo que tiene?

– Leucemia y se nos está siendo muy difícil encontrar un donante compatible.

Mire a mi madre y luego agache la cabeza, era muy triste ver a una persona tan pequeña luchar por su vida.

Aquí el primer capítulo, intentaré subir un capítulo por semana.

Amores de hospital (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora