¿Es cierto que Superman siempre antepone la necesidad ajena a la propia? ¿Acaso el altruismo del Hombre de Acero no es en realidad una forma velada de egoísmo?
¿Por qué Batman no mata a Joker? ¿Cómo ponderaría Aristóteles la relación desigual entre ese Batman, superior, y Robin, el súbdito inferior y alienado?
¿Y cómo explicaría Kierkegaard la virtuosa educación que Charles Xavier procura a sus pupilos, los X-Men?
¿No podríamos relacionar las razones del ser moral postuladas por Platón con las elecciones vitales de Peter Parker, antes y después de la muerte de tío Ben?
¿Es Daredevil en realidad un hombre de fe, y la historia de su origen un relato neoclásico? Y, en todo caso, ¿cómo reaccionaría cualquier ciudadano que recibiera superpoderes de repente? ¿Quién escogería la excelencia ética y quién se dejaría seducir por el poder y la gloria?
¿Sería viable una sociedad donde algunos escogidos visten capas y sobrevuelan las cabezas del resto, auto-proclamándose defensores de la justicia y la humanidad? ¿Qué honestidad cabe esperar de esos superhéroes cuyos rostros se ocultan tras máscaras, ya sean metafóricas o de látex?
Las grandes tramas superheroicas siempre han tenido que ver con cuestiones primordiales a las que el ser humano se ha tenido que enfrentar, los superhéroes son cosa seria.
Como todo el mundo sabe, los pensamientos vuelan.
"Tom Morris, Matt Morris"