A PRUEBA DE FUEGO - jikook

Capítulo 4. - Devoción.

La tensión en la cabina era tan fina que podía cortar a cualquiera. Zeta solo pensaba en asesinar al menor de los Jeon. A los problemas había que cortarlos de raíz.

Jimin deseo en ese momento ser algún ser con telepatía o algo por el estilo. ¿Cómo le haría saber a Jungkook que quería sacarlo vivo de allí?

Lanzó su mirada hacia el pelinegro. Sacó su pistola y la apuntó hacia su cabeza.

Jungkook ni se inmuto. Le basto con solo mirar a Jimin a los ojos para saber que no dispararía esa pistola. O al menos, no hacia su dirección.

Sin más tiempo que perder, Jimin dirigió la punta de la pistola hacia Zeta y disparo tres veces sobre su cabeza. No quería matarlo, solo tomarlo por sorpresa y obligarlo a lanzarse al suelo mientras Jungkook reaccionaba disparandole a los hombres de Zeta que se encontraban dentro de la cabina.

Los dos jóvenes corrieron hacia la puerta, agazapados ya que los disparos comenzaron a hacerse presentes. La gente de Zeta se habia alertado de la situación.

-Cubreme.--le dijo Jimin a Jungkook.

Bajaron las escaleras ilesos. Jungkook sentia como la adrenalina se hacia cargo de su cuerpo y de sus movimientos.

-¡Por aqui!--grito Jimin mientras disparaba a las espaldas de Jungkook para protegerlo.

Los dos se lanzaron a correr hacia un pasillo. Sus respiraciones agitadas y los disparos detrás era todo lo que resonaba. Bajaron unas escaleras y Jimin reventó la cadena de una puerta de un disparo. La abrieron y se lanzaron a correr en el descampado.

Jungkook reconoció el lugar. Era cerca de donde Jimin había dejado su carro. Ahora entendía porque habían llegado a la fábrica caminando. Jimin se había preparado para una salida de emergencia.

Los disparos se escuchaban desde lejos. Los dos subieron al auto y Jimin lo hizo bramar hasta salir casi a la velocidad de la luz. Pero todo estaba lejos de terminarse.

Jimin conducía a todo lo que el auto le permitía, no porque estuvieran escapando de algo si no porque su cabeza se encontraba en cualquier lugar. Estaba cayendo de lo que acababa de suceder. Habia jodido su reputación. Nadie de su familia estaría contento con esto. Debía empezar a hilar un plan para zafarse de semejante desastre.

Jungkook solo estaba ahi en silencio. No se sentia con el derecho de decir algo. Todo lo que habia pasado era como si el mismo lo hubiese provocado. Pero Jimin y el no se conocian lo suficiente como para haberle confiado tal secreto.

Jimin aparco al lado de la calle de tierra que llevaba a El Barrio. Era un atajo que solian usar para trasladar la mercancia, pocos la conocían. El sol aún estaba lejos de salir. Apago el auto y apretó fuerte el volante tratando de reprimir los impulsos que lo consumian por dentro.

-Bajate del auto.--bufó. Jungkook ni siquiera lo miro antes de descender.

En cuestion de unos minutos, Jimin bajo tambien y se dirigio al pelinegro como una fiera. Lo tomo de la ropa y lo empujo fuertemente. Jungkook trastabilló pero alzo sus manos en señal de que no iba a seguirle la corriente.

-No voy a pelear contigo..-dijo Jungkook tratando de calmarlo.

-¡Tendria que matarte y lo sabes! ¡Eres un puto mentiroso de mierda Jeon Jungkook!--gritaba Jimin mientras empujaba al pelinegro una y otra vez a pesar de que deseaba meterle un buen puñetazo en el rostro.

-¿Que querias que hiciera? No te conozco de nada.--Jungkook no sabia si estaba bien escupir verdades pero en ese momento no se le ocurría otra cosa.