Después de tantos años de pelea, finalmente la generación más fuerte de héroes logró derrotar a los villanos más temidos de toda la nación, encerrándolos en una prisión de alta seguridad situada en algún punto aislado del resto del mundo, privándolo...
- Esto debe ser una maldita broma – gruñó el peliverde con el ceño fruncido – ¿Pero es que los héroes no pueden ser más estúpidos? Supongo que rechazaste la propuesta ¿Verdad? – AFO no respondió, a lo que el menor golpeó el escritorio con las dos manos - ¡Responde! ¡¿Rechazaste la propuesta verdad?! ¡Dime que los mandaste al carajo!
- ¡SILENCIO! – el fuerte azotar de ambas palmas del adulto sobre la mesa dejó en silencio toda la sala, el oji esmeralda se mordió el labio con fuerza, y sin abandonar su ceño fruncido, se alejó un paso de su padre – No permitiré que me vuelvas a levantar la voz, Izuku. Aprende a controlar tu boca – el chico solamente se cruzó de brazos y desvió la mirada – Y no, no rechacé la propuesta, ustedes irán a UA.
Los ojos de los cuatro más jóvenes se abrieron ampliamente. La verdad, no se imaginaban en ese molesto lugar. Shoto inmediatamente giró su rostro hacia las otras tres personas que estaban presentes en la habitación, caminando hacia una en específico.
- Dime que es una broma – preguntó hacia el imponente hombre que estaba frente a él. Soltó un gruñido cuando lo vio negar con la cabeza – Esto es estúpido, ¿Qué carajos están pensando ustedes? Jamás escuché una mierda como ésta, ¿Villanos en una escuela de héroes? ¡Por favor!
- Shoto – su voz ronca silenció al menor – Lo mejor será que escuches a All For One, y más te vale dejar las quejas.
- Viejo...
- Que escuches dije, cierra la boca de una buena vez y pon atención.
El bicolor soltó un suspiro de fastidio para regresar junto a los demás, donde AFO seguía discutiendo con su hijo.
- ¡Es que no entiendo!
- ¡TE DIJE QUE BAJARAS LA VOZ!
- Señor – intervino el medio albino, que era el único de esos cuatro, además de Izuku, al que ese sujeto le tenía algo de aprecio – No me parece una buena idea, ese lugar es asqueroso – comentó frunciendo el ceño con disgusto – Sólo estaremos rodeados por imbéciles aspirantes a héroes, ¿Qué ganaremos con ir ahí?
- Me alegra que preguntes, Shoto – dijo el hombre, tomando asiento nuevamente ya más tranquilo – Obviamente no los mandaremos para que sean unos héroes buenos para nada.
- ¿Entonces...?
La sonrisa que apareció en el rostro del mayor, provocó que los adolescentes sintieran un escalofrío en la columna.
- Ustedes serán nuestro boleto de salida de este maldito lugar.
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Aizawa caminaba rápidamente hacia su salón de clases, el tema del que hablaron durante toda la reunión era bastante complicado, sin mencionar también la manera tan precipitada en la que se había tomado esa decisión. Sentía que algo malo resultaría de todo eso, aunque quisiera decir que estaba de acuerdo con ayudar a esos jóvenes a corregir su camino, la verdad era que él también tenía sus dudas de que esa fuera una buena idea. Ni siquiera sabían si era posible ayudar a esos muchachos.
