—Y, ¿Qué quieres hacer hoy?- Le preguntó Ross a su mejor amiga.
—No lo se- Respondió Michael- Tal vez podamos...
—No- La cortó su mejor amigo.
—Ni siquiera sabías que iba a decir- Se excusó la chica del cabello de colores.
—Si. Ibas a decir algo relacionado con los Unicornios- Dijo Ross.
—¡Es que son tan lindos!- Gritó como una niña pequeña Michael.
—Lo son- Estuvo de acuerdo su amigo- Pero, todo el tiempo hablas de ellos y no puedes hacer eso todo el día.
—¿Por qué?- Gritó, ahora sí enojada, Michael.
—¡Porque no es normal!- Gritó Ross, y en seguida se arrepintió al notar la mirada de dolor en la cara de Michael.
—Así que, eso era- Susurró la chica- Pues, si no te gusta. ¡Entonces vete!- La chica se volteó para no mirar al rubio a la cara.
—Michael, yo- Trató de acercarse a ella.
—Solo- Dijo ella- Solo Vete.
Pudo sentir como la puerta de su habitación se cerraba lentamente y ésta quedaba en una oscuridad gigante.
Y esa fué la primera vez en mucho tiempo en la que Michael se sintió sola.
No tenía a Ross.
No tenía a su madre.
No tenía a ningún Unicornio en el cual refugiarse.
No tenía nada.
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Unicorns- Dan Howell.
Fanfiction—¿Por qué amas tanto a los unicornios? —No sé, son lindos.