¿Aparición o desaparición?


Mis manos estaban sudorosas y temblando, no sabía si era por el frío o los nervios. Tomé una gran bocanada de aire, y reuní fuerzas desde el fondo de mis entrañas. Elevé mi pierna para pisar el primer escalón, la madera crujió exageradamente debajo de mi pie, y así subí consecutivamente.

Llegamos a la puerta, era de un color rojo oscuro, casi guinda y estaba entre abierta. Despojándome de mi  miedo y mis nervios, posé la yema de mis dedos sobre ella, dándole un empujón, el chirrido que ocasionó al abrirse por completo, me mandó una corriente de electricidad por mi espina dorsal.

El lugar estaba completamente a oscuras, la tenue luz de la linterna de Dex iluminaba uno de los pasillos, el suelo era de mármol y habían vasos tirados por doquier, el olor fuerte del alcohol se coló por mi nariz y me vi en la necesidad de fruncirla. Nunca fui fan de beber vodka, pero Dex era el número uno.

Alejé mis pensamientos relacionados a el alcoholismo y me concentré. ¿Pero qué carajos había pasado aquí? Parecía no haber nadie, no había nadie, de eso estaba segura y los quejidos habían parado.

— ¿Dónde están todos? — inquirí caminando hacia la cocina.

— Yo que sé, ¿acaso soy adivino? — replicó Dex, estaba nervioso, lo sabía.

La cocina estaba conectada con la sala, aunque de alguna manera, una parte de una pared la ocultaba un poco y no se podía ver del todo. Dex se paseó por toda la sala y pateó una que otra botella vacía tirada en el suelo.

Me seguía preguntando que rayos había pasado aquí, se supone que era una fiesta, pero no una fantasma. Mi cabeza se reinició y sentí como todo mi cuerpo se heló recordando los asesinatos anteriores. Era el asesino, ese que rondaba el pueblo ¿era él o no? Pero ¿por qué no había nadie?, ¿habían huido?

Me sobresalté cuando escuché la espalda de mi amigo chocar contra el piso, el reprimió un grito y se retorció en el suelo, me apresuré a socorrerlo, pero antes de eso percibí un olor fresco, como sangre. Dex se incorporó, sentándose en el piso y luego de eso, escuché como algunas gotas de algún líquido caían, haciendo contacto con el piso.

Dex alzó su cabeza para observar el techo, y se quedó helado, estupefacto, todas las emociones se hicieron presente en su rostro, menos la de felicidad. Él tapo su boca para reprimir un grito. Con lentitud, alcé mi cabeza para ver lo que a Dex lo había dejado tan anonadado. Al momento de ver la escena, tapé mi boca para no gritar, privé el grito desgarrador que quería salir de mi garganta. 

Nunca antes en mi vida había visto algo así, parecía que estábamos en una película de terror, de la peor.

Había un cuerpo lleno de sangre que yacía del techo, como si estuviera pegado, plasmado a el. Era un chico, claro que era un chico, aunque la oscuridad me impedía ver, mientras Dex buscaba su linterna por todas partes me acerqué al lugar, miré detenidamente el cuerpo, mi estomagó se revolvió y quise soltar un sollozo.

— ¡Dios mío, me cago por haber venido! — gritó en un susurro.

Él apuntó con su linterna y pudimos observar mejor el cuerpo, le faltaba una pierna. ¡Mierda, le faltaba una maldita pierna! la sangre seguía escurriéndose y esparciéndose por el piso, mi corazón se encogió y mis ojos picaban. Iba a llorar, todas mis esperanzas de salir vivos de aquí se fueron a la borda cuando escuchamos el sonido de una puerta abrirse. Dex apuntó con su linterna hacia todos lados, como si eso fuera un escudo de protección.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2021 ⏰

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