Ruby; Jenlisa

Pt. 5

"Oh Dios R-Ruby" Lisa gimió mientras miraba el rostro de la otra chica entre sus piernas. Su mirada era intensa mientras movía su lengua y boca contra su clítoris.

Lisa estaba prácticamente sentada sobre su rostro, con sus rodillas a cada lado de su cabeza mientras Ruby agarraba su trasero con ambas manos para guiar sus caderas. Ambas chicas estaban en el piso, sobre la alfombra del living frente a la chimenea. El fuego de esta marcaba sus siluetas mientras Ruby la devoraba, sus cuerpos brillaban por el sudor y los gemidos de ambas se podían escuchar por toda la cabaña.

¿Cuánto tiempo llevaban follando?

Lisa no lo recuerda. Pero eran más de dos horas, eso era seguro. Solo se detuvieron una vez para salir del jacuzzi y seguir bebiendo champán.

"¿Te gusta?" Jennie preguntó mientras recuperaba el aliento. Miró a Lisa sobre ella, con su cabello aún húmedo y su cuerpo iluminado por la luz del fuego. Era la imágen mas perfecta que alguna vez haya visto.

"Mhm... mucho, por favor no pares" Lisa gimió mientras Ruby volvía a llevar su boca hasta su clítoris, masajeando con su lengua y empapando con saliva toda su sensible piel.

Jennie tenía tantas ganas de embestirla, con dos de sus dedos para luego agregar un tercero y ver el rostro de la chica distorsionarse en placer, escuchar su piel chocar contra la suya y sacarle más gemidos. Pero tuvo que aguantarse, no quería hacerle daño con sus uñas.

Lisa enterró su mano en su cabello, mirándola a los ojos mientras gemía y provocando que sintiera poder, le gustaba mucho tener control sobre el cuerpo de la otra chica.

Se sentía tan bien saber que tenía ese efecto en Lisa, que podía tenerla gimiendo su nombre y pidiendo por más utilizando tan solo su lengua. Podría estar todo el día ahí, haciéndola sentir bien y cogiéndola hasta que no pudiera caminar bien.

Se guió por sus expresiones y siguió estimulándola, moviendo su rostro de un lado a otro y succionando fuerte. Lisa gimió más alto y tiró su cabeza hacia atrás, sus caderas comenzaron a moverse aún más y sus piernas a temblar contra sus mejillas. Ya se iba a correr.

Agarró con más fuerza su trasero para que no se separara ni un segundo de su boca y sintió como Lisa llegaba a su orgasmo, corriéndose en su boca y meneando sus caderas de manera descontrolada. Jennie disfrutó de su sabor, sabor que cada vez le gustaba más, podría volverse adicta a Lisa muy fácilmente.

Vio su cuerpo contraerse mientras disfrutaba su orgasmo, maldiciendo y apretando sus pezones hasta que logró calmarse de a poco. Se salió de arriba de Jennie y se recostó sobre sus pechos mientras recuperaba el aliento. Jennie puso su dedo índice sobre su barbilla para levantar su rostro y poder besarla y Lisa suspiró contra el contacto delicado.

Miró a Ruby unos segundo, sus labios apetecibles la llamaban como un imán y sus ojos feroces le enviaban escalofrío por su espalda. Podría estar por el resto de su vida en esa cabaña junto a ella, tan solo haciendo el amor, conversando y bromeando hasta que el mundo dejara de existir.

"C-Creo que te a-... adoro" Lisa se corrigió, su voz era temblorosa y esperó que Ruby no se percatara de las dos palabras que casi se le escapan.

Dios... ¿amor? ¿tan pronto? Lisa se preguntó. ¿Realmente era amor o tan solo era la lujuria por recién haber tenido un orgasmo? Conocía a la otra chica hace menos de 3 semanas, era imposible que ya estuviera enamorada.

Pero por otro lado... nunca habían encajado tan rápido y fácil con otra persona. Ruby era tan abierta de mente, tan dispuesta a probar nuevas cosas y tan buena persona. Era perfecta en todos los sentidos, le gustaban los animales y la naturaleza, le gustaba beber tanto como a ella, le gustaba salir y descubrir nuevos lugares y le gustaba Lisa. O al menos eso esperaba... la verdad es que nunca le había preguntado a la chica qué pensaba acerca de la relación que tenían... o si es que al menos tenían una relación.