Parte Única

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Los Malfoy estaban asustados de tener a su antiguo señor en tiempos de guerra. Pensaron que se había largado en el momento en que El Elegido lo había matado, pero ahí estaba, frente a ellos.

-Necesito un horrocrux - comentó Voldemort en un momento.

-¿Cómo? - preguntó Lucius.

-Pienso tener un Horrocrux humano, Harry Potter no estaría dispuesto a clavarle la espada Gryffindor en alguien y "matar" a esa persona.

-¿Quién será? - preguntó el dueño de la casa tratando de ocultar su miedo.

-Quien se atreva a darme su vida demostrando lealtad - respondió - puedes ser tú, Luci.

-Yo lo haré - dijo el heredero de los Malfoy antes de que terminaran de mencionar el nombre de su padre.

-Perfecto - Voldemort tomó a Draco de los hombros para llevárselo y explicarle el proceso.

-¿Qué? Espere señor, le ruego que lo considere de nuevo - trató de convencer Narcissa.

-Si necesitas tiempo para despedirte de tu hijo, tienes hasta mañana en la noche - dijo Voldemort saliendo de la habitación con Draco.

-Lucius - llamó Narcissa a su esposo.

-Llamemos a Harry Potter - susurró bajo el hombre.

-¿Ah?

-Quien-tú-sabes va a tomar a nuestro hijo como horrocrux porque cree que el elegido no mataría a nadie, pero si le hacemos creer que eso no es verdad o que estaría dispuesto a matar a Draco, puede que lo considere de nuevo o busque a alguien más - explicó Lucius - pero no podemos ir ahora o el señor sospechará. Mejor lo llamamos mañana cuando Voldemort esté lo suficientemente distraído.

-¿Estás seguro de que funcionará? No pienso que la última mirada que mi hijo me dé sea la de miedo a morir - dijo preocupada la dueña de la casa.

...

Harry estaba irritado en extremo. Ginny debía irse a Estados Unidos a trabajar, por lo que decidieron divorciarse e ir a un juicio para la custodia de sus hijos y los de El Profeta no habían perdido tiempo en enterarse. Ginny ganó la custodia porque, gracias a su trabajo como auror, no tenía tiempo para atenderlos; además, podría ser peligroso para ellos, o bueno, ya lo era.

Cuando tuvo que despedirse de su exesposa e hijos y volvió a su casa, se dio cuenta de que esta estaba tan vacía y silenciosa como lo había estado hace años, cuando no había nadie más que Kreacher. Ese momento de soledad, tristeza y nostalgia se vio interrumpido cuando esa tarde lluviosa los Malfoy entraron a su casa desesperados.

Le explicaron todo sobre el señor oscuro y su hijo. Al principio el castaño no les creyó, ya que él mismo había matado al que antes era Tom Riddle, pero después de un rato se dio cuenta de que no era mentira por las caras del matrimonio Malfoy. Llamó a sus amigos y a lo que quedaba de la orden para explicarles la situación.

Cuando unos pocos llegaron, fueron a la mansión de los Malfoy ya que se había hecho de noche. Narcissa y Lucius les mostraron un pasadizo secreto para entrar. Una vez que lograron entrar, lo primero que hizo el matrimonio fue correr a la habitación de su hijo, pero cuando no lo encontraron, una expresión de angustia se situó en su rostro. Corrieron lo más rápido que pudieron a un lago detrás de la mansión en el que Voldemort les había dicho que iba a separar el alma de Draco del cuerpo de este.

Narcissa Malfoy vio cómo su hijo iba cayendo al lago mientras les regalaba una sonrisa y sus ojos brillaban con las lágrimas que contenían. Ella solo volteó a otro lado para no ver la última expresión de su hijo que la acompañaría en sus pesadillas y cuando escuchó un sonido del agua, solo gritó desconsolada.

Lucius le dijo que levantara su vista, pero ella se negó y cuando este le levantó la cara, su corazón volvió a latir. Harry había sacado su varita mientras corrían y cuando Draco estaba cayendo al agua, el castaño solo usó un hechizo silencioso para esparcir el agua lejos del rubio y sostenerlo en el aire.

Esa noche solo pudieron huir cuando el elegido atrajo a Draco hacia ellos y los transportó a su casa. Cuando llegaron, la señora Malfoy corrió a su hijo y lo abrazó, mientras Lucius solo caía en una silla recuperándose de todas las emociones que lo atravesaban.

Narcissa y Draco fueron cayendo al suelo lentamente, aún abrazados, y la mujer llorando. El hijo de la mujer solo la mantuvo abrazada mientras empezaba a cantar una canción. Ella se tensó un poco cuando recordó que era la canción que le cantaba a su hijo cuando este no podía dormir por una pesadilla o algunos truenos; en la guerra, se la cantaba todas las noches. La voz del Malfoy menor era muy bonita y cantaba suave, pero todos podían oírlo.

Cuando la mujer se calmó, Lucius llevó a su esposa a una habitación que les había mostrado Hermione. Draco se levantó y se dirigió a Harry para pararse enfrente de él.

-¿Cómo es que siempre terminas salvándome, Potter? - preguntó Draco.

-Es algo que yo debería preguntarte - contestó Harry.

-Gracias... por salvar a mis padres - dijo Draco, era demasiado orgulloso como para agradecerle a su enemigo por salvarlo.

-¿Qué? ¿Tus padres? - preguntó Harry.

-Tu madre está muy alterada, quiere que duermas con ella - interrumpió Lucius.

-Voy - dijo el rubio, pero se volvió hacia el castaño - supongo que sabemos por qué no irías a Ravenclaw.

-Cállate, malagradecido - dijo, rodando los ojos.

-Buenas noches, Potter.

Lo más seguro es que otra guerra se avecinaría, pero esta vez la familia Malfoy estaría en el bando correcto sin importar qué, y quién sabe, algunos dicen que aún en tiempos de guerra nace el amor.

El nuevo horrocrux  One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora