Mi Alfa//YiZhan//

Capitulo 4

Pov Xiao Zhan

Había pasado tan rápido el tiempo.

Me era sorprendente el hecho de haber llegado sin conocer nada y ser nadie a conocer a los cuidamos y convertirme en un amigo para ellos.

Las cosas con Yibo habían mejorado demasiado. Me ha permitido conocer un poco más de él, y el también de mí, pero aún me cuesta contarle sobre mi pasado y todo lo que vive. Tengo miedo a que me rechace o me mire con compasión como todos lo han hecho años tras años.

Ya habían pasado un par de horas desde que estaba sentado en el jardín trasero. Era un hermoso lugar, leves capas de nieve se hacían notar, la brisa cada vez era más fría pero se sentía bien. Este era una parte del castillo que amaba. Me hacía sentir cómodo y en paz.

–Te vas a enfermar– sonreí ante esas palabras. Sabía de quién provenía esa voz.

–Estoy bien– le sonreí mientras él se sentaba a mi lado.

–Tus mejillas están rojas– un leve toque de sus manos hizo que mi corazón latiera desenfrenada mente.

–El frío siempre las pone así– dije tratando de evitar contacto visual. Me sentía algo avergonzado y no sabía porque.

–Vallamos adentro, comienza a ser un poco más de frio– ambos nos levantamos y comenzamos a caminar hacia adentro. Se sentía más cálido, pero no estaba seguro de si era por el calor que emitía el castillo o su compañía.

– ¿Que has hecho toda la tarde? ¿Cómo ha estado tu día? Casi no nos hemos visto– no sabía cómo responder eso. Había estado tratando de evitar a la organizadora para la gran celebración. Faltaban dos días.

–No mucho– reí nerviosamente.

– ¿Enserio? Porque ya son varias veces que Su Li me ha preguntado por ti– Me mordí el labio.

–Si bueno, ella me frustra, tiene ideas muy buenas pero extravagantes para mí gusto.

–Ella solo hace su trabajo. Acaso... ¿no estás feliz con las decoraciones?– pregunto. Su semblante parecía neutro pero su mirada parecía algo decaída.
Sonreí negando.

–No es eso, solo que nunca me imaginé poder organizar yo este tipo de celebración es, me gusta las ideas que tiene solo que me hubiera gustado que mi padre estuviera aquí– me sentía mal, mi padre tuvo unos problemas y no sé sabía si podía asistir a tiempo. Eso hacía que mi ánimo bajara.

–Está bien, ya verás que llegara a tiempo– el me dedico una pequeña sonrisa que me provocaba una sensación de mejoría.

Después de estar charlando por un largo tiempo donde había risas y anécdotas muy graciosas de parte de ambos nos llamaron para cenar. La cena no cambio tanto, su hermano menor era muy divertido y su padre era muy comprensivo, me agradaba la sensación de poder sentirme en casa a su lado.
Después de un largo día me sentía muy cansado, tanto físico como emocional. Caí rendido apenas y toque mi cama.