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¿Por qué tenía que ser tan cobarde?

¿No podía simplemente enfrentarme a esto y luchar? 

Pero el dolor no paraba.

Y mi cuerpo entero temblaba.

.

Durante todo el día intenté controlar las lágrimas, pero ellas me controlaban a mi.

Mi estomágo estaba recibiendo mil golpes.

Y mi cabeza mil agujas.

Mi cuerpo estaba caliente, pero un sudor frío se juntaba con mis lágrimas.

Enfermedad terminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora