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Solo existen tres especies.

Una a la que le temes, otra a la que le rezas, y la tercera: la que se encarga de esparcir las creencias, mitos y leyendas para difundir miedos a sus nombres.

La que está en último lugar, son los mortales; lo únicos seres que poseen una desenfrenada seguridad en sus carentes habilidades, los incapaces de notar presencias evidentes y como no, las primeras víctimas de la piadosa selección natural.

Los autoproclamados, como la especie más superior.

Tan ignorantes, que aún no se han enterado de que no son tres.

Que el maligno jamás fue uno, y que su manifestación toma muchas formas.

El que visita el plano mortal no posee elementos comunes: su boca no está repleta de colmillos, su espalda no está marcada por alas negras, sus ojos no son un portal hacia la perdición.

Este demonio es solo una araña.

Una de trece largas patas.

SIETE NOTAS (KuroKura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora