Título: ¿Eso fue una confesión?
Autor: Lemon_Candy_314/Candy
Personajes: Tomioka Giyuu, Kocho Shinobu, mención de otros personajes
Fandom: Kimetsu no yaiba
Dulce/Postre escogido: Chocolate amargo
Advertencias: Ligeros spoilers del manga, sucesos no canónicos
Núm. de palabras: 1549 palabras
---------------------------------------------------------Ser un cazador de demonios no era para nada fácil.
Tomioka Giyuu lo sabía de sobra desde la selección final, cuando sobrevivió a costas de su mejor amigo, sintiéndose indigno de siquiera ser un cazador.
Pese a que varias personas le han dicho que es mentira y que él mismo trata de decirse lo contrario, la culpa no lo deja avanzar.
Por lo que no es raro que en cada misión, al pelinegro no le importe mucho estar a salvo, recibiendo heridas tanto superficiales como profundas...pero siempre regresaba.
¿Y a quién le daba trabajo el que regresara con semejante traumatismo en el cuerpo?
A la finca mariposa.
Más específicamente, a Kocho Kanae.
A pesar de ser su compañera pilar, aún se daba el tiempo de tratar con los heridos como él.
Aunque claro, cuando el deber llamaba, la pilar de las flores debía irse, y en su ausencia, quien quedaba a cargo era su hermana menor.
Kocho Shinobu.
Tomioka la había visto de lejos un par de veces.
Siempre con el ceño fruncido, como ahora, que lo veía y analizaba con su mirada molesta, las heridas y magulladuras que tenía en todo su cuerpo.
- ¿Es en serio?- preguntó con el ceño fruncido- es la tercera vez este mes que estás aquí- sacó un pequeño botiquín y comenzó a desinfectar las heridas del pelinegro.
Sin decirle ninguna palabra, dejó que lo curara por encima de los reclamos que no tardaba en decir la fémina.
Kanae siempre hablaba de su amada hermana menor, pero nunca la había visto de tan cerca; debía admitir que las Kocho eran parecidas en su físico, pero en su carácter eran diametralmente diferentes.
Una vez que el pelinegro tenía ya sus heridas tratadas y vendadas, pudo irse a su pequeña casa tranquila.
- Y no olvides volver aquí para terminar de revisar esa herida- señaló la chica a un costado de su cabeza, ejemplificando las vendas en la cabeza del cazador.
El solo asintió y empezó a emprender su camino a casa.
- Aunque sea pudo decir gracias- susurró algo molesta al ver que se iba sin decir nada.
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Sweetness
Fanfiction#CandyStoreAwards Hay veces en la vida en las que, en medio de todo el ajetreo que tengamos, siempre habrá lugar para un dulce, por muy pequeño que sea. Y no importa en qué momento o en que lugar, siempre nos hará sentir algo. Primer libro de onesh...