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Pasamos al consultorio, Lisa estaba realmente preocupada y asustada.

– Jisoo, de verdad ¿en qué estabas pensando cuando rompiste esa taza?. – Decía enojada mientras el doctor inicio a limpiarme la herida, solo pude reír nerviosa, sonó su celular.

– Oh Seulgi, ya leíste mi mensaje ¿no?, si te pudieron dar nuestras cosas de la cafetería, no puede ser, está bien iré enseguida. Jisoo, iré a encontrarme a Seulgi en la cafetería para que nos den nuestras cosas, no vuelvas hacer algo tonto, te esperaremos a fuera. – Decía mientras iba hacia la puerta y desaparecía por ahí.

El doctor me dijo, que me podría algo de anestesia, en lo que cosía ciertos puntos en la mano, y que tal vez me daría un poco de sueño, me tendría que quedar un rato más le diría a mi amiga que cuando volviera estaría un rato más, que solo me espera a fuera.

Salió un momento, en cuanto termino de curar y cerrar mi herida. Me recosté un rato en las camas que estaban, tenía razón me dio un poco de sueño. Después de unos minutos se escuchó abrir la puerta, me levante rápidamente y vi a dos personas entrar.

Una de ellas era el doctor, la otra persona era Rose.

Ella agradeció al medico siendo simpática, le dio indicaciones y cerró la puerta.

Quedando las dos completamente solas en la habitación. Al principio me miró con un gesto que parecía más un reproche. Tal vez por mi estupidez. Luego se acercó a mí con preocupación sentándose en una silla que se encontraba a lado de la camilla donde estaba, tomando mi mano entre la suya.

– Si quieres descuidada Jisoo. – Dijo en tono tierno, preocupado y dulce. Tanto extrañaba su voz, esa forma maravillosa de llamarme. Pero no mostré compasión fingí no haberle prestado atención, ignorando su llamado.

Obviamente a ella también se había dado cuenta de lo que pasó. Era una hechicera no se le escapaba nada. Voltee mi rostro.

– ¿Qué haces aquí?. – Dije tal vez con uno tono neutro, mientras veía un esqueleto, como si fuera la cosa más entretenida el mundo. Tratando de no descender ante su presencia.

– ¿Porque estás tan enojada conmigo Jisoo?. – Posando su mano en mi rodilla, la acariciaba tiernamente para luego tocar mi muslo para luego casi llegar a mi entre pierna.

Me levante bruscamente de la camilla para evitar su contacto. Mis músculos temblaban ansiosos por el encuentro y su toque. Pidiendo estar cercas de su calor. Ante la pregunta recién hecha, mire el suelo para contestarle.

– No deberías estar aquí, perdiendo el tiempo conmigo Rose. – Comenté mientras seguía mirando el piso y agregué. – Mejor vaya con el profesor Hyunjin de seguro aún la está esperando en la cafetería. – Me perdí su reacción facial ante el comentario que hice, porque no veía su rostro. Tenía la cabeza agachada y el orgullo alto.

Rose caminó hacia mí. Levanto mi cara, para que pudiera observar el deseo en sus ojos y sintiera un anhelo en su tacto.

– Jisoo, no pensé que fueras tan celosa. – Dice en un tono juguetón y con burla, ante la opinión solo fruncí el ceño. Maldición, me acabo de matar yo sola, confesé la verdad sin haberme dado cuenta.

– Castigaré esa mala actitud que tienes. – Sacándome de mis pensamientos, agarrando el cuello de mi camisa y atrayéndome con fuerza.

Planta un beso delicioso en mis labios, que estado esperando casi toda la semana.

Lo necesitaba, necesitaba sentirla de nuevo, entre mi boca, la necesitaba más que el aire para respirar, desee cada segundo, sobreviviendo aparta de ella, de sus labios. Mi cuerpo respondió como si fuera autónomo. Traicionando a su dueña, pero siendo fiel a esa mujer que le había hecho sentir vivo.

Mi Excitante Profesora Park | Chaesoo (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora