Yuta Nakamoto (2da parte)

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Luego de eso dejo de sentir cualquier sentimiento de dolor o cualquier otra cosa, dejo de sentir el miedo, el dolor, el frío. Dejo de sentir absolutamente todo. Como si fuera un muerto.

No podía ver nada, todo estaba oscuro.

No escuchaba nada, los disparos y gritos se disiparon.

No sentía frío, era como una tela.

Se sentia como nada, como un fantasma, como un brisa mas que conformaba el viento.  




Hasta que una pequeña ráfaga de luz se escabullo por sus ojos. Asustado y sin saber que hacer decidio seguirla para ver hasta donde lo llevaba.

De repente se vio a si mismo en el mismo lugar de antes, en el mismo campo de guerra, en el mismo terreno, en el mismo lugar.

Todo tan igual pero tan diferente a la vez. Pues ya no habían personas disparando, solo cuerpos. Ya no había gritos, solo silencio.

La imagen era tan horrible y nostalgica que quería llorar, pero no lo hiso.

Veia los cuerpos de sus compañeros que yacian sin vida sobre los montones de tierra empapada de sangre y lágrimas.

Las armas estaban tiradas y algunas solo estaban al lado de los cuerpos de sus poseedores.

Aparte de toda esa imagen que hacia que sus ojos lagrimeen, estaba un niño.

Eso era raro, nadie veia a un niño en un campo de guerra. Ellos no tenían nada que hacer en esos lugares.

- Oye! Que haces aqui!?-  Trato de gritar, pero no obtuvo respuesta, ni siquiera reacción. Era como si no lo hubiera escuchado.

Decidió acercarse un poco mas para ver si conseguía reacción. Pero fue el mismo resultado, no lo vió.

Claramente confundido, Yuta observó como el niño caminaba hacia uno de los tantos cuerpos que habia en el horrible lugar, mas específicamente hacia el lugar donde yacia el cuerpo del difunto Yuto Atachi.

Se quedo congelado de repente, los recuerdos azotaron su memoria, de momentos de el con su familia, cuando conoció a su esposa, cuando nació su hija, cuando se enlisto.

Los recuerdos fueron tantos, felices, malos, tristes entre otros.

Cuando volvio a su realidad pudo percatar de que ya no estaba siendo ignorado por el supuesto niño. Ya que este lo miraba fijamente como si fuera uno de los peces mas raros encontrados en el mundo. Este niño dejaba ver su cara, parecía una nutria, era tierna, pero sus ojos no tenían vida estaban serios y tristes. Y se percató que el supuesto niño, era un adolescente le calculaba entre unos 20 o 19 años. Vestia telas finas, pero todas oscuras, casi camuflandose en el horrible escenario en el que estaban.

-Eres Nakamoto Yuta, no es asi?- dijo el chico con una voz rosando lo grave pero suave a la vez sin dirigirle la mirada mas bien la tenia puesta sobre el inerte cuerpo de Yuto.

– Y-yo... Si, s-soy Nakamoto Yuta, y tu eres?–  Dijo con un toque de intriga y miedo.

–Soy  Atachi Shotaro – respondió simple el joven chico con apariencia de nutria.

–¿Atachi? ¿Eres hermano de Yuto Atachi?– pregunto realmente sorprendido Yuta, Yuto le habia hablado algunas veces de tierno hermanito que lo esperaba en casa, pero nunca se imagino el encontrarlo aqui. En un lugar tan horrible que produce ganas de vomitar con solo verlo.

– Si...– contesto Shotaro con un deje de tristeza, era lo obvio, a nadie le gustaría estar en el lugar de este chico, perder a alguien tan especial para ti como lo es tu hermano seria como perder una parte de tu alma.

– Oye– dije tratando de llamar su atención, la cual recibí de inmediato. – El aunque no esté con nosotros esta en un lugar mejor, ya no sufrirá, no sentira dolor  y nada de lo que estamos sintiendo es este momento, Yuto tambien era mi amigo, y siempre hablaba de cuánto le haria feliz volver a su casa y abrazar a su tierno hermano–. Al terminar de decir eso Shotaro dejo escapar las lágrimas que habia estado conteniendo todo este tiempo.

Se desahogo en un grito horrible, su rostro lleno de lagrimas, abrazando el cuerpo inerte sin vida de su hermano, cuánto desearía el joven que todo fuera diferente pero...lo hecho, hecho esta.

Yuta solo podia consolarlo mientras soltaba silenciosas pero tristes lagrimas, diciendo que todo estara bien y abrazarlo como si eso solucionara algo.

Luego de minutos de llanto interminable que parecian horas, decidieron que era sufieciente. Yuta queria preguntarle el porque de su llegada a tal lugar, ya que no tuvo la oportunidad minutos atras.

Pero lo que dijo Shotaro lo dejo completamente impactado.

–El debia vivir siglos mas, después de todo el no tenia vida, como le quitas algo que no tiene a una persona?–

–Q-que? Como algo que no tenia? A que te refieres?– estaba confundido, totalmente confundido y el ligero dolor que casualmente apareció en su cuello desde que desperto no ayudaba, pero decidió ignorar lo segundo.

–¿Tu también caiste en su trampa verdad?– pregunto Shotaro con una sonrisa macabra, pero sin darle chance a responder siguió hablando. –Yuto no era un humano normal y corriente, apuesto a que ya notaste su palidez excesiva, que sus ojos cada vez que se enojaban se volvian de un intenso rojo, su fuerza bruta, la rapidez, que a veces desaparecia y volvia con ligeras manchas rojas que no eran exactamente de vino.

Yuta quedo perplejo. Claro que había notado eso, pero no dijo nada porque no penso que fuera nada importante. Se habia equivocado.

si te diste cuenta, verdad?– dijo Shotaro riendo ligeramente al final. – el era un poco discreto –¿El sera uno de ellos? Se preguntó Yuta– si, si soy como el. –dijo Shotaro dejando asombrado a Yuta
– si puedo leer tu mente, puedo volar, correr rapido, y puedo matarte si quiero.

– T-tu... Es mentira... Nadie puede hacer eso.- dijo Yuta sin creerse nada o talvez si.

– Suponía que no me creerías así que te lo demostraré.– de repente Shotaro corto su palma de la mano con una daga que habia sacado anteriormente de su chaleco, sus ojos se volvieron rojos con un ligero dorado en los bordes, su piel se hizo mas palida de la que debería tener una persona normal, sus colmillos crecieron mucho, se veían tan afilados como para cortar la carne mas gruesa.

Yuta quedo sin palabras, no podía creer lo que estaba viendo, el pensaba que esas criaturas solo eran inventos de su abuelo en las historias que solia contarle cuando niño.

–Ahora si crees en lo que soy?- Dijo Shotaro con una sonrisa ladeada antes de abalanzarse sobre el.

Yuta trataba de quitárselo de encima, pero de repente sintio una fuerte opresión en su cuello, se sentia como si dos pequeños cuchillos hubiéran penetrado en su cuello. Le faltaba el aire. Sentia que estaba siendo vacío. Se sentía muerto.

Hasta que su vista se nublo, y se dejo caer desfallecido al piso.




No siempre tenemos que creer lo que las personas dicen que es mentira... Yuta-san–








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⏰ Última actualización: May 21, 2021 ⏰

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                      †Vereinigte Herden †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora